sábado, 2 de junio de 2007

De regreso


Hola amigos. No es que haya bajado el acelerador, no, lo que pasa es que andaba de viaje y sin tiempo para escribir. Retorné hoy a casa y quiero agradecer a todos los que me dejaron sus mensajes. Mañana les responderé, ya que hoy los caminos de la pampa me dejaron muy cansada. Un abrazo para todos.

De regalo les muestro este Dinosaurio de Pico Truncado, fotografía tomada el año pasado en Semana Santa

lunes, 28 de mayo de 2007

Un error tecnológico

Por alguna razón, que no pude descubrir ni enmendar, la entrada anterior se me trastocó. Debiera comenzar diciendo "esta otra imagen muestra...", pero igual, quienes lean pueden entender que los duendes existen y a veces le hacen bromas a una y sobre todo cuando como hoy hace mucho frio ( menos de 10ºbajo cero en mi pueblo)

Nostalgia en una noche de mucho frio

. En esa ciudad compró un auto para taxi y a poco andar lo cambió por un camión y con el se trasladó a Comodoro Rivadavia a trabajar de manera independiente a Ferrocarriles. Luchó y surgió y llegó a tener una flota ( o tropa) de catorce camiones en los cuales empleaba como choferes a sus paisanos bulgaros. Fue muy linda mi infancia entre esos paisanos, muchos de los cuales vivieron con nosotros y esta noche helada, muy helada, quise recordar a este hombre maravilloso que fue mi padre y al cual perdí en 1967 pero cuyo recuerdo está presente cada día de mi vidaEsta otra imagen muestra un grupo de los camiones de mi padre en Entrada Baker y es de los años cuarenta. Detrás de esta foto está escrito "Tropa de camiones en el Baker", claro, mi padre un búlgaro llegado a América en los años 20 nunca aprendió a hablar bien el castellano y la flota se convirtió en tropa, pero es solo una diferencia semántica ¿verdad?. Mi padre como tantos otros llegó a América a trabajar en lo que fuera. Su patria estaba permentemente en conflicto y cuando él se vino ya el comunismo campeaba en Bulgaria, a pesar de que se hizo oficial en 1946. Llegado a Buenos Aires se dirigió a Brasil a Minas Gerais en donde duró muy poco, después se fue al Chaco argentino y desde ahí a Buenos Aires

Esta foto muestra uno de los camiones de mi padre en la ruta Los Antiguos-Perito Moreno, en ese entonces más de un día de viaje

Mostrarnos de verdad


Hace unos días Pamela me dijo que muchos querían ver solo la cáscara de nosotros y eso es así. A Aisén viene mucha gente, vienen a llenarse de paisajes, de bellezas, pero no se adentran en la historia de nuestra tierra. Salvo el guanaco, pocos son los que se atreven a interesarse por la vida aisenina, por lo que fuimos y lo que somos. Mi blog por ahora no muestra la escenografía magnífica y emocionante de mi tierra, quiero comenzar contando lo ignorado, la historia del poblamiento, la colonización y mi propia historia ligada a esta maravillosa tierra que me vió nacer. Mi vida fue muy diferente a la de muchos pobladores, pero conozco la realidad de Aisén porque también me tocó vivir los años duros. Recién casada , me fui a vivir a Cochrane, en 1968, a vivir al Baker como se decía, Cochrane tenía apenas cuarenta casas y era un pueblo incipiente en donde permanecimos junto a mi marido por diez años. Allá hice amistades que perduran hasta hoy, siempre vuelvo. Si bien mis hijos nacieron en Coyhaique me tocó criarlos en Cochrane en donde por cierto la vida no era fácil. Sin embargo recuerdo con cariño las largas tardes de lavado en la orilla del arroyo Tamango, lavado a mano, con tina hecha de barriles, con el agua calentada en tacho. Pero allí nos juntabamos las vecinas y haciamos la pesada tarea del lavado mucho más grata mientras nuestros hijos jugaban en los alrededores. Eso en verano. En el invierno las cosas eran más complicadas, el arroyo se escarchaba y las manos parecían no existir de tanto frío. Pero son lindos recuerdos, como lo son las largas noches invernales en que nos juntábamos a jugar al naipe y hacer la vida más grata. La mirada retrospectiva me lleva a gratos recuerdos, a recordar a personas que ya partieron, a amigas entrañables, a gente cariñosa. Recuerdo mis primeros pasos como investigadora de la historia de mi tierra, pasos dados allá en Cochrane, junto a mi amiga Rosa "tita"Gómez, magallanica de nacimiento, pero aisenina de adopción. Con ella comenzamos a estudiar la historia del poblamiento del Baker y con una grabadora Geloso, autenticamente italiana, de carrete y ocho pilas solíamos concurrir a las casas de los pobladores a escuchar sus historias. Muchas veces a caballo, en donde por cierto mi sufrimiento era grande ya que soy muy mala jinete. Hoy las cosas han cambiado, mi grabadora es minúscula y cada cassete me dura 90 minutos, viajo en vehículo hasta los más recónditos lugares y todo es mucho más fácil. Pero me queda el orgullo de poder decir que tuve el privilegio de entrevistar a los primeros pobladores, a esos que ya cabalgan por las rutas del silencio. Si, el comentario de Pamela me llenó de nostalgias. La fotografia que les muestro corresponde a la primera escuela de Cochrane, la vieja escuela que fue mandada a construir por don Lucas Bridges y que dió inicio al pueblo nuevo o Cochrane. Cuando llegué en 1968 todavía funcionaba y en la década del setenta se comenzó a construir la actual escuela.

domingo, 27 de mayo de 2007

Chile Chico y sus muelles


Esta fotografía corresponde a la década del 60 del sector muelle en Chile Chico. Como se aprecia existían tres muelles y varias embarcaciones, la primera de ellas era el yate Santa Lucía de propiedad del español Julían Epifanio. Este sector fue el de mi infancia, en la foto se divisa, cerrado con árboles lo que fue el patio de mi casa. ¡que recuerdos y que nostalgia!

Otra mansión aisenina

Esta foto corresponde a otra casa de un poblador en el Baker, entre bosque muerto y con ausencia de ventanas, solo un pequeño hueco que la reemplazaba. Las primeras casas de Aisén no tuvieron ventanas ya que era una misión casi imposible trasladar vidrios en un pilchero a través de cientos de kilómetros. Pareciera que las casas se negaran a acoger el paisaje. Hoy las cosas han cambiado, el paisaje, la naturaleza, el entorno se incorpora a la decoración de la vivienda, pero los primeros pobladores estuvieron condenados a vivir en la oscuridad. Estas fotos son los testimonios del esfuerzo colonizador de Aisén.