jueves, 21 de noviembre de 2013

Recordando

Este hermoso lugar se ubica en la carretera austral, cercano al cruce de Bahía Murta. Es un túnel de árboles, muy hermoso y siempre es agradable pasar por ahí bien despacio para disfrutar de la paz que brinda el lugar. Con esta foto, hoy les quiero comentar brevemente que a veces la historia se repite, aunque con algunas variaciones. Ayer ( más menos 80 o 100 atrás) las empresas que se ubicaban en este territorio (Compañias ganaderas o explotadoras de recursos naturales) traían a sus trabajadores desde la zona de Chiloé. Allá se hacían los famosos "enganches" como se les denominaba a la contratación de un numeroso grupo de hombres para determinadas faenas. Así en 1905 la Compañía Explotadora del Baker hizo el famoso enganche de los 200. Doscientos hombres que vinieron a explotar el ciprés en la zona denominada de Bajo Pisagua en el delta del río Baker, un enganche que terminó dolorosamente con la muerte de 79 hombres. Luego las compañías ganaderas contrataban o enganchaban a las comparsas de esquilas, muchas de las cuales adquirieron fama por su responsabilidad. Una de esas comparsas de esquila era la de don  Pedro Alvarado, encargado de esquilar los animales de Ñirihuao y de la estancia Cisnes. El dueño de la comparsa, era aquel que era dueño de la máquina y las tijeras y que contrataba a los trabajadores. Así fue durante muchos años, hasta que la lana dejó de ser un buen negocio y las grandes compañías debieron entregar las tierras ya sea por la reforma agraria o porque se les cumplió el contrato de arrendamiento y no se les renovó.
Hoy, en mi pueblo, está sucediendo casi lo mismo, pero esta vez con los cosechadores de cerezas. Sucede que poco a poco la producción de cerezas de exportación ha ido creciendo, hace poco compró varias hectáreas  la firma Del Purto, una de las mayores exportadoras de fruta de Chile, aunque se dice a nivel de comentario que el terreno lo compró el grupo Solari ( si, los de Falabella). Pero como sea, todos los productores están trayendo a sus trabajadores desde la zona central de Chile, gente verdaderamente trabajadora del campo. Se les pagan los traslados en avión, se les da la comida y se les paga por canasto y dicen que todos están muy contentos. Los trabajadores reciben buena paga y los productores ven con satisfacción que en diez o quince días ya sus huertos están cosechados. Me imagino que con el tiempo, más de alguno de esos trabajadores se va a quedar en la zona y así, como fue antes, aumentaran los pobladores, existirá mayor mano de obra o bien se harán nuevos emprendimientos. Así fue en el ayer, así es en el hoy y así será en el mañana.
Hoy leí que un senador está pidiendo una investigación por la presencia de soldados israelitas en la Patagonia. No he visto a ninguno. He tenido la oportunidad a lo largo de los años de conversar con algún israelita y cuentan que ellos, después de estar tres años (los varones) o dos años ( las mujeres), tienen un año de vacaciones y DEBEN salir de su país. Digo deben porque es una manera de cuidarles la salud mental. Pero antes de salir se les prohiben ciertos países que son conflictivos y se les recomiendan otros y entre ellos está el sur y el norte de Chile. Vienen a veces con poca plata y otras les alcanza para arrendar vehículo y conocer detenidamente diversos paisajes tan diferentes a los suyos. Nunca he visto un interés especial y nunca he vuelto a ver a alguno del jóvenes con quienes he conversado. Hasta la próxima amigos.

martes, 19 de noviembre de 2013

NOSTALGIAS



Con estas tres fotos del volcán Hudson, tomadas por mi hijo Pedro en el 2011, escribo una vez más para decir que hoy estoy llena de nostalgias por aquellos preciados amigos blogueros con los cuales durante tanto tiempo mantuve contacto: Extraño a Ruben ( Patagonialink) a Matías ( Matvi), a Beatriz, a Edén ( Petayem) a Pamela y los queridos guanacos voladores ( Jaume y Maria). Extraño ese intercambio de comentarios, de ideas y opiniones. Comencé este blog en el 2007 y es cierto, a veces me he puesto extremadamente floja para escribir y contar historias. Buscando excusas, diré que me he dedicado a hacer investigaciones históricas, que durante estos seis años he publicado cinco libros, que he participado en algunos seminarios y congresos de historia y que además he aumentado la cantidad de nietos. Ya tengo seis y viene uno más en camino que esperamos para el mes de enero. Estoy más vieja y más achacosa. Mi salud ha estado medio averiada, nada grave gracias a Dios, solo los achaques de vieja, la típica artrosis que es una enfermedad generalizada en las mujeres patagonicas, que hemos vivido una larga vida en un clima frío y húmedo. Hoy me he dedicado a leer mi blog, a leer esas antiguas entradas y los comentarios de tantos amigos  de tantas partes, y confieso que me dió mucha nostalgia. Intentaré retomar  este blog con temas patagonicos, con historias que pueden ser mínimas  pero que son  interesantes. Las fotos que hoy expongo corresponde al crater del Hudson, ese volcán que cada tanto nos produce miedo . El paisaje es sobrecogedor, como casi todo el paisaje de mi amado territorio aisenino. Sobrecoge este paisaje pero también la belleza de otros lugares de mi tierra, que por cierto cada día está más amenazada y más vulnerable. Un saludo a todos mis lectores y un abrazo a mis amigos blogueros, con quienes no pierdo la esperanza de encontrarme algún día en el café Patagonia a tomar unos mates o un café, y disfrutar del aroma intenso del ciprés sintiendo el aire helado que baja de las montañas y admirando el azúl intenso del cielo patagónico o mirando las caprichosas nubes que nos entregan miles de figuras o contando las infinitas estrellas que son  presididas por la hermosa Cruz del Sur.