La Tercera Guerra Mundial
Todos
sabemos que Alemania perdió la segunda guerra mundial, ante los países aliados, cuyos miembros
principales fueron Inglaterra, Rusia, Estados Unidos y China, además de varios
otros países. Sin embargo, al tenor de los acontecimientos que hoy ocurren, la
tercera guerra mundial ya está ganada por Alemania y China. Para entender esto
hay que explicar el porqué.
Algunas
empresas alemanas, dedicadas a la elaboración de productos químicos, en el año
1925 decidieron unificarse en una sola empresa que se llamó I.G.Farben. Esta
asociación comprendía a las empresas AGFA, dedicada a la fabricación de materiales de Rayos X y de
fotografía, la empresa Farbwerke Hoechst
(actualmente llamada Sanofi-Aventis): Con su sede en Hochst, fabrica productos
químico-farmacéuticos. La empresa
BASF con su sede en Ludwigshafen dedicada a los productos químicos y tinturas,
la empresa BAYER fabricante de productos
químicos farmacéuticos y que tenía su sede en Leverkusen,
la empresa Cassella, con su sede
en Offenbac, fabricaba productos químicos y colorantes, la empresa Chemische Fabrik Kalle: Con su sede en
Biebrich, fabricaba materiales plásticos y productos textiles avanzados, la
empresa Farbwerke Hoechst
(actualmente llamada Sanofi-Aventis): Con su sede en Hochst, fabricaba
productos químico-farmacéuticos. En el año 1938 se incorpora además a la I.G
Farben, la empresa Chemische Werke Huls,
con su sede en Marl, fabrica combustibles artificiales y materiales energéticos.Las
empresa BASF, BAYER y Hoechst, venían trabajando juntas desde la primera guerra
mundial y el rubro principal de todas estas empresas eran los colorantes químicos,
pero al unirse en la IG Farben, comenzaron a explorar otras líneas de la
industria química .
Cuando
Hitler se hace del poder en Alemania, estas empresas, algunas voluntariamente y
otras no, tuvieron que poner sus conocimientos al servicio del régimen. Fue
así, que habiendo fabricado el gas Zyklon B, un
pesticida a base de cianuro, los nazis lo usaron para asesinar a miles
de personas en las cámaras de gas.Además la IG Farben, cuando Alemania invadió
Polonia y Checoslovaquia, se quedó con las principales fábricas químicas de
esos países. Así las cosas, cuando los aliados derrotan a los alemanes y
comenzaron las investigaciones sobre los atroces crímenes cometidos por el
Nazismo, 24 funcionarios de alto rango de la IG Farben fueron enjuiciados en Núremberg
y doce de ellos condenados a penas de cárcel por un lapso entre uno a ocho años . Los aliados ordenaron disolver a
la Ig Farben y cada empresa tomo su propio rumbo. Ellas, las empresas alemanas
también sufrieron una derrota. Los rusos ( era que no) se quedaron con gran
partes de las propiedades de estas
empresas que se ubicaban en la zona de Europa del Este.
Pasaron los años y estas empresas, cada una por
separado, comenzaron a repuntar y a expandir sus negocios y hoy son grandes
compañías que se dedican a la agroindustria y a los medicamentos y en general a
la industria química.
En Chile hemos hablado mucho de Monsanto y los
alimentos transgénicos (que nada tienen que ver con las empresas alemanas de
las que hemos hablado, nada hasta ahora). Monsanto es una gran empresa
norteamericana o estadounidense que se dedica a la agroindustria y
biotecnología. Esta compañía fue fundada en
San Luis. Misuri en el año 1901 y poco a poco fue expandiendo sus
dominios por todo el mundo y comprando otras empresas y se dedica a las
semillas convencionales y biotecnológicas (las muy famosas semillas transgénicas).
Todos hablan de los alimentos transgénicos, de las semillas transgénicas de
Monsanto, pero nadie dice que ellos, al fin de cuenta están preservando la
alimentación del futuro. Una semilla transgénica es una semilla modificada por
ejemplo para resistir las bajas temperaturas o la lluvia o el viento etc., que
normalmente necesita menos productos químicos que una semilla convencional. Hay
detractores y defensores de estas modificaciones. Se dice que no es cierto que
ellos se apropien de las semillas nativas, no, lo que hacen es modificarla y
seguramente con esa modificación obtendrán mejores rendimientos, menos enfermedades
a la planta etc. y se destaca el casi nulo uso de pesticidas o herbicidas para
la producción de esas plantas. En
resumen, mientras es posible que un
productor cualquiera, que no quiere usar semillas modificadas, tenga que usar
inmensas cantidades de productos químicos para evitar plagas en sus
plantaciones o huertos, el productor que si las usa, solo tendrá que usar una
vez en todo el periodo desde que siembra hasta que cosecha, algún producto
químico. Mirado así parece ser que los transgénicos no son tan malos, pero hay
que informarse. Uno de los transgénicos más utilizados es la soja, de la cual
nosotros usamos en muchos platos la salsa de soja y ni chistamos por ser un
alimento genéticamente modificado. Pero
sigamos. Monsanto está pasando un muy mal momento económico y ha decidido
vender. El negocio paraece que ya está en el horno, apunto de cocinarse ¿El
Comprador?. Si, lo adivinaron UNA Compañía ALEMANA llama BAYER. Pero…. Que tienen
que ver los chinos en esto?. Sucede que la gran competidora de Monsanto es la compañía
Syngenta, una empresa suiza (Monsanto tiene otros competidores pero nada
significativos). Syngenta también decidió vender y Monsanto pensó en comprarla y así obtener el
control casi total de la producción de semillas, pesticidas, herbicidas etc. y
cuando estaba haciendo el ofrecimiento, vino la compañía ChemChina, propiedad
del estado de China, pero que funciona con las políticas neoliberales que tanto
les gusta criticar a algunos, y compró Syngenta en una millonada de dólares y
Monsanto que veía en la compra de Syngenta la única alternativa de
recuperación, tuvo que venderle a Bayer y ahora, los futuros dueños de los
alimentos del mundo son por una parte los alemanes con la empresa Bayer y por
otra los chinos con la empresa ChemChina.
Por lo tanto, la tercera guerra mundial la ganaron los alemanes y los
chinos , sin balas, sin armas atómicas, sin submarinos, solo pensando que el
mundo será dominado en algunos años más por el estómago. No sabemos quién.
ganará la cuarta guerra, la del agua, pero el panorama no se ve auspicioso para
nosotros que tenemos en nuestro
territorio las más grandes reservas de agua dulce del mundo, pero, así como
están las cosas, con grandes extensiones de tierras vendidas a “inocentes” y
ecologistas empresarios de otras latitudes, es posible que en cincuenta años
más no podamos disfrutar de lo que hoy tenemos en abundancia. Mientras tanto,
vayamos sembrando nuestras semillas de siempre, si, las papas, las arvejitas,
los porotos, las acelgas y lechugas, aunque sea en macetas, sin procesos
químicos y evitando el desperdicio del agua.Es mejor estar atentos al futuro que ignorar lo que se trama en el mundo.