Hace pocos días atrás les hablaba de los pilcheros. Hoy para complementar les quiero hablar de las voces con se denominan los equinos en mi tierra.
Un macho reproductor es denominado como “cojudo” o “padrillo”.Un caballo nuevo y no domado es llamado “potro” y si está en proceso de ser amansado es llamado “redomón”. Las yeguas se clasifican en “yegua” para referirse a la equina adulta y a “potranca” si es una cría. A las yeguas estériles se les dice “machorras”.La yegua madrina es aquella amaestrada especialmente para guiar un grupo de caballos mansos. La yegua madrina lleva al cuello un cencerro, especie de campanilla metálica con la que por el ruido ubica a sus caballos. Si este cencerro es de lata o fabricado artesanalmente se le denomina “tacho”.
Un caballo mañoso es llamado “mañero”, un caballo con defectos es llamado “sotreta” y un caballo asustadizo es denominado “chingueador”. Un caballo bellaco es aquel caballo indomable, también se le dice arisco. A los caballos feos se les denomina “matungo” o “bichoco”. Sobre el color de los animales hay una infinidad de términos. Así tenemos el “oscuro”, un caballo negro azabache. Si es negro entero se le dice “oscuro tapado” y si tiene manchas en algún lugar del cuerpo se le denomina “picazo”.Un oscuro con pelos blancos en el pelaje pero con las crines y cola negra es llamado “moro”.El caballo “zaino” es aquel que mantiene las crines y la cola negra pero en el cuerpo tiene tonalidades cafés .Así hay “zaino colorado”, “zaino pangaré” que posee un color castaño con patas, crines y cola negra y el “zaino negro” que tiene el pelaje de ese color..Cuando el color es parecido al zaino, sin tener la cola y las crines negras, se le denomina “tostado”.El caballo “alazán” es de color rojizo anaranjado y si el tono es más oscuro se le llama “alazán tostado”.Un caballo de pelaje rosado con pelos blancos entremezclados es llamado “rosillo”. El caballo “rabicano” es de pelaje blanco con pelos grises en la cola. Cuando el caballo posee un pelaje con muchas manchas es denominado “manchado”
Los caballos de color amarillento son llamados “bayos”, el de color intermedio entre el amarillento y el naranja es denominado “gateado”. El caballo tobiano es aquel que tiene áreas de color blanco. Un caballo “chaquira” es aquel que tiene un ojo de color claro y el otro oscuro. El caballo con los dos ojos claros es llamado “zarco.
Cuando los caballos tienen manchas blancas en la cara también tienen distintos nombres, así un caballo con una mancha vertical en forma de línea es llamado “malacara”, el que tienen una mancha ovalada es llamado”picoblanco” y si tiene una mancha en la frente es llamado “estrella” y si la mancha es grande se le denomina “lucero”
Estas son las denominaciones más comunes usadas en Aisén para distinguir los caballos según sus pelajes y colores. (Fuente: libro Voces y Costumbres de Aisén de Leonel Galindo)
Como hija de Aisén y originaria de la zona del lago General Carrera (Chelenco) quiero ir contándoles un poco de nuestra historia y espero que sea del agrado de quienes visitan este blog
sábado, 28 de julio de 2007
Caballos y colores
jueves, 26 de julio de 2007
miércoles, 25 de julio de 2007
Mi amigo don Mateo
Ayer estuve conversando largamente con don Mateo Martinic. Suelo llamarlo de vez en cuando e intercambiar opiniones. El siempre sabe en que ando y yo siempre estoy informada de lo que está haciendo. Don Mateo es una figura relevante en la Patagonia, tanto en Magallanes como en Aisén.Ahora que está retirado de la universidad y haciendo clases a solo un tercio del tiempo, está dedicado a escribir, escribir y escribir.Tiene muchas cosas que contarnos. Admiro a este magnífico hombre, porque siendo un Premio Nacional de Historia, siendo un erudito en el tema de la historia patagonica es un hombre sencillo, cordial, acogedor. De alguna manera le debo el haber seguido este camino de investigadora de la historia de Aisén. Hace muchos años atrás (muuuuchos), don Mateo llegó a visitarme y a instarme a que publicara mis trabajos. Yo no me atrevía, la verdad es que tenía miedo de la crítica y de la academia y fue gracias a sus consejos que tomé valor y publiqué mi primer libro y también a escribir artículos para distintas revistas. Ayer mientras trabajaba en mi próximo libro , sentí el deseo de participarle mi nuevo trabajo y lo llamé y como siempre, solo recibi palabras elogiosas y por supuesto su desinteresada propuesta de que le pidiera cualquier información que necesitara.Ojala en nuestro país existieran más Mateos Martinic, hombres que sean capaces de compartir sus conocimientos, de incentivar a personas como yo y a entregarnos un caudal de historias que muchos ignorábamos que existían. ¡Grande Mateo Martinic!
domingo, 22 de julio de 2007
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