domingo, 25 de diciembre de 2016

Una hermosa sorpresa en Navidad

Hoy, bastante tarde, tipo ocho y media de la tarde o nueve de la noche, recibí la grata sorpresa de la visita de mi amigo bloguero Patagonia Link. Después de 10 años de compartir a través de nuestros blog, ha llegado a mi casa. Una serie de coincidencias.Llegó con su familia a alojarse al Engaño Spa, un emprendimiento turístico de mi hijo Pedro y mi nuera Verónica, y le preguntó a Vero si me conocía y si sabía dónde podía ubicarme. Veronica le dijo "cruce este puentecito", un pequeño puente que nos comunica, Ella es mi suegra. Estaba en mi dormitorio viendo noticias y mi marido me avisa que había un matrimonio que quería saludarme. Fue una maravillosa sorpresa conocerlo y conocer a su encantadora señora. Sin ninguna duda  esta visita fue un regalo de Navidad inesperado. Les dejo  una foto en dónde retratamos este encuentro.
Sin ninguna duda es un momento memorable. lamentablemente la visita fue demasiado corta.Son diez años de contacto y al fín pudimos conocernos.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Feliz Navidad



Con esta fotografía del ValleLunar deChile Chico, les deseo a todos y cada uno de los lectores de este blog una muy Feliz Navidad.

martes, 20 de diciembre de 2016

Aysén, la tierra cuidada

       
                                                     Casa de tejuelas  en Puerto Cisnes




Hace unos días vi la entrevista que le hicieron en CNN a Paula Christensen, Directora del Lodge Mallín Colorado ubicado en las cercanías de Puerto Guadal. Una entrevista dedicada a dar a conocer las bondades de la región de Aysén. Ella se veía muy entusiasmada  con el territorio aisenino y entre otras cosas hablo de que en las calles no se veía un papel botado y que todo el mundo era muy cuidadoso con la naturaleza, sob re todo por la influencia de personas venidas de fuera a instalarse en la región. Contó que aquí no se dan bolsas plásticas en el comercio, pero no dijo que esa fue una iniciativa privada, de pequeños comerciantes y que empezó en Chile Chico. Tampoco contó que en Chile Chico no hay basureros en las calles y se ve bastante limpio, porque el viento se encarga de llevarse la mugre y los que vivimos en los alrededores sufrimos la consecuencia de ello. Me pareció buena la entrevista y felicito a la señora Christensen por el entusiasmo y el amor que le demuestra a esta tierra. Dicho esto quiero contarle que los nativos de Aysén, los que ya tenemos algunos añitos, fuimos criados en una cultura de absoluto respeto a la naturaleza.. Es cierto que al principio de la colonización se produjeron grandes incendios forestales que quemaron gran parte de la  región, pero eso tiene una explicación: La Ley  de colonización de 1930, le exigía a los pobladores rozar a fuego las 600 hectáreas que le daban a cada colono, y bien sabemos que el fuego es peligroso, que los vientos cambian de un rato a otro. Se puede decir que la única herramienta que el Estado de Chile le entregó a los colonos fue un fósforo. Pero ellos aprendieron la lección y para hacer campo, con un esfuerzo titánico, cortaban los arboles a sierra, con sierra de brazo, un trabajo agotador. Luego con bueyes sacaban las raíces. Era un proceso lento, pero no existía la tecnología que existe hoy. Los árboles cortados tenían múltiples usos. Se les sacaban las ramas y con ellas se hacían cercos para corrales de aves, para proteger jardines y siembras, eran cercos precarios, incluso hay un dicho muy conocido que dice “Ataja menos  que cerco de ramas”, luego con los troncos se hacían tablones y tablas y con los árboles más delgados, se hacía leña para vender a los barquitos a vapor  y así allegar algún dinero al hogar, o bien se utilizaban para cercar los potreros haciendo cercos de palos rodados o cercos de palo  a pique o los famosos cercos de cajón. Años más tarde vendrían los alambrados. En los años 30 se instalaron los primeros aserraderos y a esos aserraderos se les vendían los grandes troncos que se sacaban para el despeje del terreno. El uso de la leña siempre fue racional, no se sacaban árboles sanos y vigorosos y en el caso de Chile Chico, la leña más consumida era la de playa, leña recogida por los pobladores después de las crecientes de los ríos y que era vendida a los barcos  que viajaban por el lago.
                        Quienes somos aiseninos de nacimiento supimos desde siempre del reciclaje, el tarro de aceite se convertía en balde o bien en macetero, la bolsa harinera se transformaba en paño de cocina o bien, uniendo cuatro, se hacían sábanas, y en muchos hogares esas bolsas, también se usaban para hacer ropa interior. La lana se hilaba y se tejía con ella las prendas para la familia. Los pantalones del marido y sus camisas, ya usadas, pasaban a convertirse en ropa para los niños. Se hacían huertas y quintas, las papas se guardaban en las llamadas “paperas”, un pozo semi profundo con pequeñas paredes y techo y una entrada, todo herméticamente cerrado, las zanahorias se enterraban en un pozo cubierto de arena, los repollos se colgaban en la oscuridad de una bodega, la mantequilla se hacía con  la nata de la leche que producían las vacas  en el campo y se batía a mano, luego se lavaba muy bien y se guardaba en cajas de madera en lugares sombríos o bien en latas dentro del agua.




                      Oficina de FFEE de Chile y Aduana en Puerto Aysén, construídas en madera




En los pueblos usábamos la bolsa de género para el pan, la malla para la carne y pilgua para las papas, frutas y verduras y no se usaban en otra cosa. Jamás una dueña de casa llevaba la malla de la carne para comprar otros elementos. Si uno compraba ropa, el comerciante la envolvía en papel y ese papel se utilizaba posteriormente para forrar un libro o un cuaderno. Nosotros no éramos ecologistas ni ambientalistas, éramos solo aiseninos, que cuidábamos nuestro entorno, que salíamos a recoger calafates para hacer dulces o frutillas para el mismo fin, sin destruir ni las matas de calafate ni las praderas donde se daban las frutillas silvestres.
                        No han sido los afuerinos los que  nos han enseñado a preservar nuestro entorno, no, es nuestra cultura de vida. Nosotros nacimos en un territorio de precariedad material producida por la lejanía y supimos cuidar todo lo que teníamos. En los pueblos como Chile Chico, existía una red de pequeños canales que cruzaban todas las calles llevando el agua necesaria para regar a balde las huertas, quintas y jardines.
                        Es bueno recordar y es bueno enseñar a los otros sobre nuestra cultura y nuestra forma de vida, sencilla, sin alardes de grandeza, sin necesidades de construir mansiones, solo tener las casas cómodas y acordes al entorno. Así vemos en lugares como mi pueblo mucha construcción de adobe, vemos en Puerto Guadal lindas construcciones de ladrillos y en ambos lugares, el uso de la cal como preservante de la materialidad de las casas. Más al sur vemos construcciones de madera, lo mismo hacia el norte de la región.
                        Aysén fue colonizado por personas de distintas procedencias, chilotes que dejaron su impronta y sabiduría, huilliches-mapuches que enseñaron sus técnicas, extranjeros que enseñaron otras formas de vida, chilenos del centro del país que se preocuparon de traer los frutales y sus costumbres de chilenidad, en fin, somos una amalgama de muchas culturas.
                        A mí me alegra escuchar testimonios como el de la señora Cristensen y siento que personas como ellas son los colonos del Siglo XXI, con otra mirada, tal vez mucho más comercial que la que tuvieron nuestros padres o abuelos que solo vinieron a buscar una oportunidad de futuro, pero esa mirada de estos nuevos colonos, va de acuerdo a los tiempos en que vivimos. Bienvenidos sean.
                             Primera Iglesia Catolica de Chile Chico construída en adobes

Creo que esta será mi penúltima entrada en este año 2016, en el cual no he estado muy trabajadora ni creativa. Como regalo de Navidad les dejo la foto de la casa de don Lucas Bridges en el Valle Chacabuco. ¡Feliz Navidad y que tengan unas lindas fiestas!






domingo, 9 de octubre de 2016

Anécdotas de mi tierra

En la entrada anterior les hablé de nuestro especial lenguaje. Les explicaba que decir "voy para adentro" significaba ir hacia el interior del lago y la única manera de hacerlo era en los pequeños barcos que surcaban las turbulentas aguas de nuestro lago General Carrera, barcos que por cierto no tenían itinerario fijo y viajaban cuando completaban carga o por alguna razón especial como ir a buscar leña a algunos de los numerosos puertos.
Don Luis Clerc, era el Juez de la localidad, un hombre muy culto, gran lector ( me quedó debiendo más de un libro que le presté), amante de la opera y con un exquisito lenguaje. Con los años se fue contaminando con nuestros dichos y giros vocales y matizaba su academico lenguaje con esos dichos o palabras que ya había internalizado.
En una oportunidad trajeron detenido a un ciudadano desde el interior, por una pendencia o algo así. El delito no era grave, pero igual tenía su castigo.
Luego de escuchar el testimonio del detenido y analizarlo, don Luis le dice: "Mira hombre, tendrás que irte pa'dentro no más", a lo que el acusado con una gran sonrisa le dice "¡Que bueno Magistrado!, pero tendrá que ser la próxima semana porque ahora no tengo barco!. Don Luis , soltó una sonora carcajada y le dice, ¡no hombre, pa'dentro, pa' la capacha por 30 días!. Ahí el acusado perdió su sonrisa y el Juez no pudo dejar de reir.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Lenguaje aisenino y patagonico

Muchas veces, los que somos nativos del territorio aisenino o de la Patagonia, no nos damos cuenta de que nuestro lenguaje diario, el que usamos como algo intrínsico a nosotros, no es reconocido ni entendido por quienes son de otras zonas geográficas del país y del mundo.
Por ejemplo, es natural para nosotros decir que hay que bandear el río, que no es lo mismo que vadear el río. Bandear significa pasar el río con alguna carga y vadear significa cruzar el río por un paso seguro y bajo, ya sea a pié, a caballo o en vehículo. Cuando uno le explica a las personas que para llegar a tal parte, tiene que irse por lo derecho, eso significa que le estamos aconsejando que es mejor no ir, por ejemplo, por el camino que tiene más curvas o es más largo, y que se vaya cortando campo, es decir, atravesando cercos para llegar a determinado lugar. 
Cuando nos referimos al interior y decimos  por ejemplo que iremos al interior por unos días, eso no significa que haremos una jornada de meditación buscando nuestra propia esencia, sino que significa que viajaremos a un lugar alejado de las zonas principales de acceso a la región o provincia y si estando allá, armamos el viaje para afuera, eso significa que saldremos de esa zona para dirigirnos a los centros poblados. 
Cuando hablamos de capear, no significa que usaremos una capa para alguna manifestación artística, sino que nos guareceremos de las inclemencias del tiempo en algún lugar seguro y resguardado.
Si le hablamos a alguien de que nuestro abuelo tenía un rancho al pié de la montaña, no  estamos  haciendo alarde de una riqueza que no tenemos, considerando que un rancho en América del Norte es un gran campo con muchos animales. No, nosotros estamos hablando de una casa pobre, construida con materiales que se tenían a la mano. Y si hablamos del puesto, no nos referimos a un kiosco de una feria nortina, sino a una precaria construcción realizada con muy pocos elementos y si decimos que allí en el campo alojábamos en "la tapera", nos estamos refiriendo a un lugar que nos servía de cobijo, bajo un gran árbol o en una cueva natural de la geografía.
Nuestro lenguaje, aún cuando ha sido contaminado por la televisión y también por el aumento de los turistas, es muy especial y muy bonito. Dicen que  nosotros hablamos cantadito, no lo sé, he vivido mi vida entera en esta región y es posible que hablemos así.. Lo que si sé, es que no es fácil para un foráneo entender el lenguaje de los hombres y mujeres de nuestra bella zona aisenina y patagónica.Por cierto, un lenguaje muy influenciado por los chilotes, los gauchos y de alguna manera con palabras quechuas, mapuches o aymaras. Lo curioso es que a pesar de que en la Patagonia aún existen tehuelches puros o tehuelches mapuchizados, no es común el uso de vocablos de su lengua y aparte del "aike", que significa lugar o morada, no hay muchas palabras que se usen masivamente o se hayan usado con frecuencia en nuestro peculiar lenguaje patagónico..Les dejo la foto de mi perro Gaucho cuidando el rancho.


viernes, 26 de agosto de 2016

Las extrañas propuestas de Educación en Chile



No voy a hablar desde la voz de “ la calle” como se le dice ahora a las movilizaciones de los más variados tipos  que se hacen en las calles de mi país, para exigir medidas como gratuidad, calidad etc. etc. Es válida toda forma de expresión y creo que mucho más valida es ,cuando junto con el exigir se hacen propuestas coherentes para conseguir un objetivo. En cuanto a las movilizaciones por la educación, creo que lo primero que se debió exigir es educación de calidad, luego por añadidura podría haberse pedido el resto de todo lo que se pide. Una educación de calidad prepara para la vida, prepara a los niños y jóvenes para que sean seres racionales y pensantes, los induce a la lectura, no a través de programas en los que se les llena la cabeza con las preferencias de los gobiernos de turno, sino que a través de interesarlos por leer, por estar informados, por adquirir conocimientos etc. Pero ese no es el tema del que quiero hablar hoy. Quiero hablar de las medidas que toma el Ministerio de Educación y de los argumentos que da para tomarlas.
Ayer se quitaron las clases de Educación Cívica y así estamos formando a nuestros jóvenes sin la más peregrina idea de la labor de un Alcalde, de un parlamentario, de un Ministro, de un Presidente. Tampoco tienen idea de lo que es un Decreto, una normativa o las diferencias entre el Código Penal y el Código Civil. No era necesario que estudiaran leyes para saber esto, ya que antiguamente las clases de educación Cívica eran obligatorias y al menos se tenían nociones de lo que era la República.
Hoy están pensando en sacar las clases de filosofía de la malla curricular de los estudiantes secundarios, y el argumento que dan, es que  la filosofía es la puerta de entrada a las drogas duras. No sé en qué mundo viven las autoridades del Ministerio de educación de Chile, pero por cierto la Filosofía es la puerta de entrada al pensamiento crítico, al desarrollo del amor por el saber, a la posibilidad de analizar con lógica los aspectos de la vida personal y comunitaria. Las clases de filosofía transforman a los estudiantes en seres pensantes y racionales. Me parece que estamos muy mal y que el camino que se está tomando es altamente peligroso. Estamos formando una sociedad de zombis, que siguen las tendencias y las modas, que pasan pegados a las pantallas de sus celulares y ya no hablan, no practican deportes, no conocen su país ni a sus autoridades y lo peor, es que al tener la edad para hacerlo, no van a votar, porque no les interesa, y así como vamos  en algunos años más dará lo mismo quien gobierne, si roban o no roban, si lo hacen bien o lo hacen mal y va a ser muy tarde cuando unos pocos, se den cuenta de que los engañaron y les quitaron de sus mallas curriculares todo aquello que los hacía seres pensantes y opinantes y se van a encontrar que no tienen ningún derecho y solo tendrán deberes, los deberes que un Estado totalitario ( en cualquiera de sus formas) les va a imponer.