jueves, 3 de diciembre de 2015

La Nueva Constitución



El Consejo ciudadano:
Una vez más la Presidente de Chile lo hizo: Formó una comisión. Pero esta no se llama así, ahora se llama Consejo Ciudadano, al más estilo Fidelista o Chavista. Quince personas vario pintas, de diversas tendencias, de distintos niveles educacionales y culturales. No sé qué resultará de eso. La famosa asamblea constituyente, que a partir de las vocingleras voces de los estudiantes que protestaban en el 2011, se transformó en una petición de la ciudadanía, no sé si de toda, pero al menos de los más pantalleros. Está bien, para muchos la Constitución es ilegítima, claro que se olvidan que la que nos rige lleva la firma de Ricardo Lagos Escobar y José Miguel Inzunza, que no creo hayan sido ilegitimas autoridades de Chile, ya que Lagos resultó electo con el 51,3% (igual que Macri en Argentina) y como Presidente él eligió a Inzunza. Pero, ya, está bien. La Constitución es del 80, es de Pinochet, aunque se le hayan sacado todo los artículos autoritarios. Lo único que le está quedando es el cuórum calificado y bien por ello, porque me parece irresponsable que las mayorías circunstanciales definan el destino de los habitantes. Ya, cambiemos la Constitución del 80 y hagámoslo con todas las voces posibles.
Para comenzar yo formaría en cada pueblo de Chile un grupo constituyente, pero no cualquiera, no uno con cuoteo político, sino que uno conformado  primero con todos los habitantes y por sorteo elegidos diez o quince nombres. Esas personas deberían dar un examen, para ver si conocen la Constitución del 80. Si la conocen quedarían automáticamente seleccionados, si no, deberían ser reemplazados por personas que si la conozcan. Ellos deberían hacer propuestas desde la mirada local, luego esas comisiones con sus propuestas se reúnen en la capital comunal y allí se amplía el horizonte. Luego deberían reunirse algunos representantes  (los más capacitados) en la capital regional  y desde cada región nombrar cuatro o cinco representantes para la gran asamblea nacional encargada de entregarle las propuestas a un equipo jurídico compuesto por personas con muchas capacidades y conocimientos para que sean ellos los que redacten la Constitución de Chile. ¿Cuánto costaría esto? En primera instancia NADA, ya que cada persona seleccionada tendría el honor de formar parte del selecto grupo de ciudadanos proponentes de las nuevas leyes. En la segunda instancia, solo un pequeño gasto en estadía por uno o dos días en la capital comunal, en la tercera instancia, lo mismo, solo los gastos de estadía y traslado y en la instancia Nacional ya sería un poco más ya que en la capital del país deberían reunirse con los expertos y discutir sus puntos de vista y eso puede demorar algunos días, nunca tanto por supuesto, no olvidemos que no serán políticos los que se reunirán allí.
¿Cuáles son mis propuestas? Por el momento dos importantes: la elección de diputados y senadores en una sola elección por ocho años, nada de regiones pares o impares, no, una sola vez y con la cláusula de que no podrán ser reelegidos en la siguiente elección.
Mi otra propuesta sería que los Ministros de las Cortes de Apelaciones y de la Suprema sean elegidos por sus pares, no por los políticos, que hagan carrera funcionaria y si tienen méritos pueden esperar llegar a ser ministros de ambas cortes. Por otra parte el Contralor, el jefe de Impuestos Internos, el de Tesorería, también deberían ser funcionarios de carrera y lo mismo correería para los embajadores. No podemos mandar a cualquier chanta a representar al país. Sobre las Fuerzas Armadas yo propongo que se jubilen por edad y no por años de servicio (como el resto de los chilenos). Propondría que el que insulte, agreda o mate a un carabinero se arriesga a penas de cárcel. Propondría penas severas para aquellos que bajo el anonimato de las redes sociales ataque la honra de las personas, de las autoridades y de la ciudadanía en general. Hay que pensar que hoy vivimos en un mundo cibernético y que hay que legislar para poder castigar a quienes abusan de las redes.  En fin…. Soñar no cuesta nada y sueño con una constitución como la de Estados Unidos, la que nunca se ha cambiado, solo contiene enmiendas y es cortita y no un mamotreto como  la nuestra. Si están de acuerdo, me alegro y si no lo están también.