sábado, 26 de mayo de 2007

Historias de Aisén.


Mientras que la región de Magallanes por la importancia del estrecho fue una preocupación constante de los mandatarios de Chile, Aisén fue una tierra olvidada durante cien años. Cuando en 1903 se otorgaron las primeras concesiones de territorio se puso como condición a los solicitantes instalar entre cuarenta a cien familias de origen sajón, no se quería tener en esta tierra a eslavos, portugueses, españoles o italianos, no, lo que se necesitaba eran familias sajonas, tal vez por lo que hicieron los alemanes en la región de Valdivia y Llanquihue. Ninguna de las Compañías ganaderas cumplió con esas exigencias y por supuesto el Estado no los obligó. Los únicos sajones que se conocieron fueron unos pocos administradores o capataces de las estancias. Resulta curioso entonces que a partir de la creación administrativa de Aisén como Provincia (en 1927) al publicarse la primera Ley sobre Aisén y su poblamiento se prohibiera entregar tierras a extranjeros , salvo que estos hayan prestado servicios distinguidos al país. Así se impidió que llegaran ciudadanos de otras latitudes, trayendo capital e ideas innovadoras y la colonización se hizo a machetazos. Aquí llegaron campesinos pobres, en su gran mayoría, que traían con suerte unas pocas herramientas para labrar la tierra y lo único que el Estado les entrego (metaforicamente) fue un fósforo para que limpiaran los campos. Así ardió Aisén y se quemaron miles de hectáreas de bosques, pero la ley exigia que quien quisiera obtener 600 hectáreas debia rozarlas a fuego. Hoy nos quejamos, pero no entendemos el tremendo sacrificio de nuestros primeros colonos. Esa es la diferencia abismal con Magallanes, en donde si existió preocupación por instalar familias extranjeras sin condicionar su procedencia, tanto así que en Buenos Aires existía un delegado especial del gobierno de Chile para convencer a los extranjeros que llegaban a ese puerto de irse a Punta Arenas. Allá les daban tierras y facilidades y eso hizo próspera a la región austral. En Aisén todo fue obstáculo, nada fue allanado y es así que los pobladores que se instalaron a principios del siglo XX en nuestra tierra hubieron de esperar hasta la década del cincuenta o el sesenta para tener el título de dominio de sus campos. Tal vez todo esto haga a la historia de mi tierra más hermosa, porque en cada paso camino al desarrollo se fue dejando el sufrimiento, el tesón, las esperanzas de tantos hombres y mujeres que buscaron en Aisén la tierra prometida. En la foto, una mujer pobladora cruzando el Baker

Una "mansión" aisenina en el Baker


Los amigos magallanicos muestran con orgullo las fastuosas construcciones de Punta Arenas y zonas aledañas. Yo no puedo mostrar lo mismo, pero quiero mostrar la morada de una familia colonizadora de la zona del Baker. Así eran sus viviendas, la gran mayoría construidas con "canogas" esto es, palos ahuecados que se superponían. Viviendas de una sola habitación que debieron resultar un palacio para los esforzados pobladores que llegaron a Aisén sin más herramientas que sus ganas de tener tierra propia y labrarse un porvenir. Veamos entonces esta mansión y luego les contaré del proceso de colonización de Aisén

viernes, 25 de mayo de 2007

Adiós a un amigo

Este Jeep Terrano fue un amigo. Nos acompañó durante varios años, nunca nos dejó botados y recorrimos nuestra Patagonia en él. Hoy lo vendimos y no puedo dejar de decirle adiós en este blog. A veces uno se encariña con las cosas materiales, pero había que decirle adiós y llegó el momento. Espero que encontremos otro tan bueno como este y seguir viajando por las rutas patagonicas.

jueves, 24 de mayo de 2007

Una explicación.

Aysén u Aisén, da lo mismo. Oficialmente se escribe Aysén en los documentos oficiales, pero nosotros los hijos de esta tierra preferimo Aisén porque se vé más bonito y así conocimos a nuestra región. No hay falta de ortografía en ninguna de las dos formas y ambas son aceptadas.

Huellas de Mujer

Este libro me apasiona. Se trata de testimonios de mujeres de mi tierra, testimonios dolorosos, intensos, que durante el proceso de recogerlos me conmovieron hasta las lágrimas. La mujer en Aisén no tuvo una vida fácil. Muchas fueron sometidas casi hasta la esclavitud. Aisén era una tierra de hombres en donde la mujer no tenía muchos derechos. Es un libro que conmueve y que nos invita a reflexionar. También esta agotado. Todos mis libros son ediciones o autoediciones de mil ejemplares y la verdad es que tienen gran demanda. Como ya les dije necesito un mecenas que se interese en publicar de nuevo estas historias. La portada del libro es metafórica. El árbol representa la vida de la mujer y las hojas ausentes son esos años que se fueron, pero el árbol está ahí con sus ramas (nosotros los hijos de Aisén) y sus raíces fuertemente adheridas a la tierra. Así somo las mujeres de Aisén, los embates del viento de la vida no pueden con nosotras.

Don Lucas

Como investigadora de la historia de Aisén no pude sustraerme a la magia que encierra este personaje patagonico. Gran personaje. Un hombre multifacético que nació en Tierra del Fuego y que durante 28 años vivió en la zona del Baker en donde fue un verdadero reemplazante del Estado. Este es mi cuarto libro y para variar está agotado. Para hacer este libro me contacté con su hijo que vive en la Provincia de Buenos Aires y obtuve información de primera fuente. Es una hermosa historia la de este hombre y vale la pena difundirla y conocerla.

Cinchando pa'no aflojar

Este es mi tercer libro. Un libro que recoge el modo de hablar, los dichos, las costumbres, las creencias campesinas, los remedios naturales, que se usan en mi tierra. Adoro este librito porque nos retrata tal cual somos. También tiene dos ediciones y está agotado. En realidad ustedes se darán cuenta que necesito un MECENAS

Mi segundo libro

Este es mi segundo libro y trata de la muerte de casi un centenar de trabajadores chilotes en Bajo Pisagua en el delta del río Baker, hecho ocurrido en 1906 y que hasta ahora no tiene una explicación valedera. Es otra historia apasionante de mi tierra aisenina. No, este no lo pueden bajar gratis. Se han publicado dos ediciones y está absolutamente agotado y también a la espera de los recursos para reeditarlos.

Mi primer libro


Les voy a hablar de mis libros: Aquí va el primero

La Guerra de Chile Chico o los sucesos del lago Buenos Aires relata la historia de un enfrentamiento que hubo entre los pobladores del valle de Chile Chico con los Carabineros del Ejército de Chile que vinieron a desalojarlos. El enfrentamiento duró cinco meses. Esto ocurrió en el año 1918. es una historia apasionante, llamado por la prensa de la época como los sucesos del Lago Buenos Aires", con los años se convirtió en La Guerra de Chile Chico. Van tres ediciones y está agotado en espera de recursos para sacar la cuarta edición. Si quieren leerlo gratis lo pueden bajar del sitio http://www.memoriachilena.cl/ y buscar en la Región de Aisén. Algunos se espantarán con esto de bajarlo gratis, pero lo importyante es que conozcan la historia de mi tierra y no el negocio que yo pueda hacer vendiendo el libro. Total siempre hay personas que prefieren el formato papel

miércoles, 23 de mayo de 2007

Les invito a matear

Esta imagen corresponde a una postal de mi amigo Thierry Dupradou, un francés enamorado de la Patagonia que se dedica a la fotografía. El mate en mi tierra es símbolo de bienvenida, de ser acogidos. Los invito a matear conmigo

Un poema de regalo

Este poema fue parte del prólogo que escribieron mis hijos en el libro Huellas de Mujer. El prólogo como tal lo escribió Valko mi hijo mayor, profesor de historia, geografía y cívica y el poema es de mi hijo Pedro, arquitecto y poeta. Aquí va como un regalo


Veo un faro invisible, un derrotero en el tiempo,
una luz casi imperceptible pero imperecedera
que define suavemente
el contorno cálido de un rostro.
Una luz que ha traspasado la distancia de cien años
y en su largo viaje,
un testimonio indestructible
se devela en la esquina concurrida
de cada pueblo, de cada barrio,
de cada habitada casa de mi región.

Veo una luz que guarda celosa
el rastro marcado de voces,
de suaves manos acariciadoras,
de esfuerzo pionero,
de melódicos cantos acompasados
por el suave murmullo
de leñosos coigues arrullados por el viento.

Veo una traza eterna en el cielo
todo acolchado de nubes,
una presencia constante
dibujada con pomposas fumarolas
desbocadas de acalorados braseros y fogones
que irrumpen desde el frío suelo de nuestro blanco tapiz invernal.

Veo en los ríos y lagos de mi tierra
una constante de sábanas blancas
de ropas estrujadas como velas insufladas,
como remolinos eternos de lavaza y jabón.

Veo en el suelo primaveral
una alfombra de flores y de chilcos
y un verde huerto acompañando el apurado paso del tiempo,
en los pies de apurados niños polvorientos.

Veo en el crepitar de los leños al fuego,
un calor acogedor,
un abrigo de aromas
de sopaipillas y pan amasado,
un rumor de hojas
que se descuelgan tras las ventanas
pintando el amarillo mosaico de las frías tardes otoñales.

Veo en las cosas, en el tiempo, en los colores y en las personas,
esa sutil manera de portar un testimonio

Veo en ello la delicada presencia
de aquellas que forjaron nuestro abrigo,
nuestras ganas de quedarnos,
nuestro temple, nuestro esfuerzo.

Veo en ello lo que nos hizo crecer
un suave vestigio, una velada evidencia,
una sonrisa generosa
dibujándose en el silencioso paso del tiempo
Veo…claras Huellas de Mujer



Pedro Durán Ivanoff

Razones de los barcos

Resultará curioso para los lectores tantas fotos de barcos, pero quiero contarles una noticia que tiene relación con ellos. Este año(posiblemente en Diciembre) saldrá a la luz un nuevo libro que se llamará "LAGO GENERAL CARRERA.TEMPORALES DE SUEÑOS" y en él contaré la historia del Chelenco. Este inmenso lago tiene una superficie de 1.818 km cuadrados de los cuales 848 pertenecen a Argentina y 970 a Chile. Es un lago con historia, muchas historias, que serán relatadas en el próximo libro. Comencé mi blog con barcos porque mi vida siempre estuvo relacionada con ellos. Mi abuelo Adolfo Wellmann llegó al lago en el año 1934 para hacerse cargo como capitán del barco Andes que era de propiedad de la Compañía Ganadera Lago Bertrand (sucesora de la Explotadora del Baker) y mi padre Valko Ivanoff, como ya les conté, trajo en la década del cuarenta dos embarcaciones. Nací a orillas del lago, conocí cada una de estas naves y viajé en muchas de ellas y el empezar a contar historias de la navegación ( y el futuro libro) es un homenaje a mi padre y a mi abuelo pioneros del lago, pero también es un homenaje a tantos hombres anónimos que dejaron su vida trabajando como marineros o carpinteros de ribera en este hermoso y a veces indómito lago Chelenco.

martes, 22 de mayo de 2007

El Helga en el lago


Este barco tiene historia. Construido en Buenos Aires fue vendido y llevado al Estrecho de Magallanes, desde ahí fue nuevamente vendido y se trasladó al Golfo de San Jorge para dedicarlo a la pesca del cazón. Terminada la faena fue anclado en Caleta Córdoba y un temporal lo arrastró a la orilla en donde destruyó instalaciones de IPF. Sus dueños, antes los inmensos costos de esa destrucción , decidieron venderlo y fue comprado por la Colonia Belga de Chile Chico que lo trasladaron en un inmenso camión de IPF hasta las cercanías de Perito Moreno en el lago. Desde allí fue remolcado por el Chile hasta Chile Chico y reparado. Construido en madera de lapacho era una embarcación muy segura. Terminó sus días en Puerto Ingeniero Ibáñez en un dantesco incendio, ya que se encontraba cargado con tambores de combustible para Chile Chico y uno de sus tripulantes prendió un fósforo y se produjo el incendio que lo destruyó completamente.

Desde Caleta Córdoba hasta el lago Buenos Aires

Las ruedas del camión apenas se divisan. Así se trasladó el Helga desde caleta Córdoba en Comodoro Rivadavia hasta la punta del lago. Obra de titanes

Barcos y más barcos en el Chelenco


Aquí les muestro al Don Edmundo. Fue la nave mayor del lago hasta 1974 cuando comenzó a funcionar la Barcaza El Pilchero

Más historias del Chelenco


El Lago General Carrera-Buenos Aires o simplemente Chelenco tiene muchas historias. Hace pocos días me contaba una señora oriunda de Panguipulli que ella llegó a Puerto Ibáñez el año 1940. El viaje desde Puerto Montt a Puerto Aisén lo hicieron en barco, luego un camión los trasladó hasta Coyhaique y después viajaron a caballo hasta Puerto Ingeniero Ibáñez durante seis días ( hoy lo hacemos en hora y media). En Puerto Ibáñez se embarcaron en el María Isabel (cuya foto es la primera publicada en este blog) y viajaron durante siete días hasta Puerto Tranquilo que era su destino. Así era la vida antaño en Aisén y ¿saben?, nos ha costado acostumbrarnos a la modernidad. Hoy les quiero entregar otra foto, esta vez del Estrella, el primer barco construido integramente en el lago con maderas nativas y con carpinteros de ribera originarios del Murta. Vaya para ustedes esa foto

lunes, 21 de mayo de 2007

La primera

Esta foto corresponde al barco Andes cuando estaba siendo reparado en Puerto Maureira en el sector argentino de Palaviccini en la ribera norte del Lago. Este barco fue construido en Glasgow y trasladado a Puerto san Julia. Allí lo compró el ciudadano malvinense Enrique Classen y lo traslado tirado por yuntas de bueyes desde San Julian hasta el lago Buenos Aires. Se podría decir que fue el primer barco que navegó las aguas del Chelenco, aunque anterior a él existió una pequeña embarcación que tenía un motor de un HP. El Andes funcionaba a vapor y fue el gran auxiliar en el proceso de poblamiento de todas las riberas del lago. Hoy está convertido en un museo de la navegación en Chile Chico.

Otras embarcaciones




He aquí cuatro imágenes más de las embarcaciones que surcaron el gran lago. La primera corresponde al remolcador Argentina, embarcación traída por mi padre en la década del cuarenta desde Puerto deseado. Una embarcación con grandes condiciones para la navegación en las difíciles aguas del lago y que prestó servicios como ambulancia y ante todas las emergencias. La segunda imágen corresponde a la Goleta españa en Puerto Deseado, esta embarcación fue comprada por mi padre y traída al lago en donde la agrandó y sirvió hasta los años 60. Por último está el Aisén una embarcación de madera contruída en Puerto Aisén y de propiedad de don Nasip Saigg. Esta embarcación fue arrastrada por un temporal y terminó sus días en el sector argentino del lago Buenos Aires.