jueves, 1 de septiembre de 2016

Lenguaje aisenino y patagonico

Muchas veces, los que somos nativos del territorio aisenino o de la Patagonia, no nos damos cuenta de que nuestro lenguaje diario, el que usamos como algo intrínsico a nosotros, no es reconocido ni entendido por quienes son de otras zonas geográficas del país y del mundo.
Por ejemplo, es natural para nosotros decir que hay que bandear el río, que no es lo mismo que vadear el río. Bandear significa pasar el río con alguna carga y vadear significa cruzar el río por un paso seguro y bajo, ya sea a pié, a caballo o en vehículo. Cuando uno le explica a las personas que para llegar a tal parte, tiene que irse por lo derecho, eso significa que le estamos aconsejando que es mejor no ir, por ejemplo, por el camino que tiene más curvas o es más largo, y que se vaya cortando campo, es decir, atravesando cercos para llegar a determinado lugar. 
Cuando nos referimos al interior y decimos  por ejemplo que iremos al interior por unos días, eso no significa que haremos una jornada de meditación buscando nuestra propia esencia, sino que significa que viajaremos a un lugar alejado de las zonas principales de acceso a la región o provincia y si estando allá, armamos el viaje para afuera, eso significa que saldremos de esa zona para dirigirnos a los centros poblados. 
Cuando hablamos de capear, no significa que usaremos una capa para alguna manifestación artística, sino que nos guareceremos de las inclemencias del tiempo en algún lugar seguro y resguardado.
Si le hablamos a alguien de que nuestro abuelo tenía un rancho al pié de la montaña, no  estamos  haciendo alarde de una riqueza que no tenemos, considerando que un rancho en América del Norte es un gran campo con muchos animales. No, nosotros estamos hablando de una casa pobre, construida con materiales que se tenían a la mano. Y si hablamos del puesto, no nos referimos a un kiosco de una feria nortina, sino a una precaria construcción realizada con muy pocos elementos y si decimos que allí en el campo alojábamos en "la tapera", nos estamos refiriendo a un lugar que nos servía de cobijo, bajo un gran árbol o en una cueva natural de la geografía.
Nuestro lenguaje, aún cuando ha sido contaminado por la televisión y también por el aumento de los turistas, es muy especial y muy bonito. Dicen que  nosotros hablamos cantadito, no lo sé, he vivido mi vida entera en esta región y es posible que hablemos así.. Lo que si sé, es que no es fácil para un foráneo entender el lenguaje de los hombres y mujeres de nuestra bella zona aisenina y patagónica.Por cierto, un lenguaje muy influenciado por los chilotes, los gauchos y de alguna manera con palabras quechuas, mapuches o aymaras. Lo curioso es que a pesar de que en la Patagonia aún existen tehuelches puros o tehuelches mapuchizados, no es común el uso de vocablos de su lengua y aparte del "aike", que significa lugar o morada, no hay muchas palabras que se usen masivamente o se hayan usado con frecuencia en nuestro peculiar lenguaje patagónico..Les dejo la foto de mi perro Gaucho cuidando el rancho.