Brotó la voz del sol, brotó la vida,
se abrió la eternidad, soñó el amor,
la danza gris del viento soltó palomas,
que iluminaron el silencio azúl.
El río es el soñar del peregrino,
que estira en su clamor su libertad,
al sur de los caminos, al sur del viento,
hay otro sueño que se llama Aysén.
Aysén...
amada tierra mía,
yo te daré la vida de mi tiempo,
yo te daré un beso de guitarra,
y aquel sentir que envuelvo en el pañuelo,
en donde guardo mi alma.
Porque vivir en mi patria pequeña,
es prolongar la tarde en alborada,
en el jardín del último silencio,
es encontrar el sueño azúl de Aysén.
Porque vivir en mi patria pequeña,
es prolongar la tarde en alborada,
en el jardín del último silencio,
puedo escuchar el corazón de Dios."
se abrió la eternidad, soñó el amor,
la danza gris del viento soltó palomas,
que iluminaron el silencio azúl.
El río es el soñar del peregrino,
que estira en su clamor su libertad,
al sur de los caminos, al sur del viento,
hay otro sueño que se llama Aysén.
Aysén...
amada tierra mía,
yo te daré la vida de mi tiempo,
yo te daré un beso de guitarra,
y aquel sentir que envuelvo en el pañuelo,
en donde guardo mi alma.
Porque vivir en mi patria pequeña,
es prolongar la tarde en alborada,
en el jardín del último silencio,
es encontrar el sueño azúl de Aysén.
Porque vivir en mi patria pequeña,
es prolongar la tarde en alborada,
en el jardín del último silencio,
puedo escuchar el corazón de Dios."