Esta maravillosa cascada queda muy cerca de Puerto Guadal y siempre ha sido uno de mis sitios favoritos para pasar a tomar unos mates o a descansar luego de un viaje desde Chile Chico hacia Guadal o Cochrane. Siempre estuvo disponible para que cualquier ciudadano pudiera admirar su belleza, escuchar el rugir del agua y sentir la naturaleza en toda su plenitud. Eso, hasta que cambió de dueño. Hoy , el lugar pertenece a una persona foránea y por supuesto está todo cerrado, portones con candado y cierres por todas partes y a la propiedad privada no se entra así no más. Se preguntarán ustedes ¿como lo hacíamos antes?. Simplemente el dueño original tenía un tranquera de alambre, sin candados, y nadie, absolutamente nadie hacía daño. Había un único lugar para hacer un fogón y allí hacer un asado o simplemente un pequeño fuego para calentar agua. Una vez que se terminaba el paseo, el que ocupaba ese espacio, apagaba el fuego y dejaba todo limpio. Allí no había graffitis ni basura, y era una verdadera delicia acampar un rato admirando esta belleza . Los tiempos cambian y la patagonia tiene otros dueños y otras costumbres.
La foto " se la robé" a mi amiga María Alicia Fernández de su muro de facebook.
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