Algo es algo, al menos una información que quiero compartir con ustedes. Esto sale en el diario electrónico del Senado que recibo los viernes. Ustedes dirán.
Centrales Hidroeléctricas de Aisén deberían cumplir diversas exigencias para evitar daño ambiental
Senador Antonio Horvath presentó una moción para impedir el uso de energía nuclear en esa zona y asegurar que cualquier proyecto que se realice en materia energética sea un aporte para el bienestar de los lugareños.
Una serie de exigencias tendientes a evitar el daño del patrimonio ambiental y a asegurar beneficios para los habitantes de la Región de Aisén, contiene la moción del senador Antonio Horvath que establece diversos requisitos para los proyectos eléctricos que se quieran desarrollar en la Patagonia chilena.
La iniciativa, que fue derivada a la Comisión de Minería y Energía para su estudio, también prohíbe la realización de actividades de generación eléctrica por fisión nuclear o cualquier otra que produzca desechos radioactivos, pues considera a la zona austral del país como un “privilegio ecológico” que hay que resguardar.
Según explicó el senador Horvath, el objetivo de este proyecto es que “cualquier central o intervención en los ríos de la Patagonia tenga que cumplir con una serie de requisitos, como no intervenir más que un porcentaje de la cuenca, tratar de que sean centrales de pasada o que la electricidad que entreguen en destino se provea en el lugar de origen al mismo precio. Todos estos requisitos apuntan a los megaproyectos”.
Agregó que lo que se pretende es “disminuir el daño ambiental y coordinar los futuros proyectos con el desarrollo local y regional, sino no tienen sentido”.
EXIGENCIAS
En lo fundamental, la moción parlamentaria fija un régimen legal especial que garantice que tanto en el proceso de construcción como de puesta en marcha y funcionamiento regular de tales centrales, se le entreguen beneficios concretos a los habitantes del sector.
Para ello establece un conjunto de obligaciones para los proyectos de generación de energía eléctrica que se desarrollen en la Patagonia chilena, que generen energía superior a los 100 Mega Watts de potencia, y para los proyectos de transmisión que se realicen en la zona, asegurando beneficios a los habitantes que permitan mejorar su calidad de vida.
Entre ellas, “que las empresas que desarrollen esos proyectos cuenten en su etapa de construcción con un porcentaje de a lo menos el 50% de sus trabajadores que se encuentren domiciliados en la zona hace más de 2 años”.
Asimismo, una vez construidas las centrales y estando en etapa de funcionamiento regular, se aumenta dicha exigencia a un 75% de trabajadores domiciliados en la zona.
En cuanto a la energía que se produce, se establece una obligación especial para las empresas que tienen a su cargo las centrales generadores, en cuanto a poner a disposición efectiva de los habitantes de la zona, la electricidad suficiente para asegurar sus necesidades a un valor no discriminatorio.
Por otra parte, la iniciativa dispone que todas las obras necesarias para la construcción de esas centrales, tales como la habilitación y mantención de obras de vialidad que se necesiten para su acceso, deben ser realizadas a costa de las empresas eléctricas y tienen que considerar en su diseño y construcción las necesidades de los habitantes de la zona.
Asimismo, las líneas de transmisión deberán resguardar el paisaje escénico y la protección de su entorno natural, debiendo realizarse por vía subterránea o submarina en aquellas zonas de mayor vulnerabilidad ambiental.
Los proyectos de generación eléctrica deberán proveer de energía a la región donde la obtengan, al menos al mismo costo que la que entregan en su destino final.
Además, para evitar la indiscriminada inundación de los escasos y valiosos valles existentes en la Patagonia, el senador Horvath propuso establecer que en los casos en que se desarrollen embalses, éstos no podrán comprender un área superior a un porcentaje de las cuencas.
“De esta forma, se pretende incentivar a las empresas eléctricas a fin que las centrales que se desarrollen en la Patagonia chilena sean de paso, es decir, que generen electricidad aprovechando las caídas naturales de agua existentes en la zona, lo que significaría reducir sustancialmente las áreas de inundación”, sentenció el parlamentario.
Senador Antonio Horvath presentó una moción para impedir el uso de energía nuclear en esa zona y asegurar que cualquier proyecto que se realice en materia energética sea un aporte para el bienestar de los lugareños.
Una serie de exigencias tendientes a evitar el daño del patrimonio ambiental y a asegurar beneficios para los habitantes de la Región de Aisén, contiene la moción del senador Antonio Horvath que establece diversos requisitos para los proyectos eléctricos que se quieran desarrollar en la Patagonia chilena.
La iniciativa, que fue derivada a la Comisión de Minería y Energía para su estudio, también prohíbe la realización de actividades de generación eléctrica por fisión nuclear o cualquier otra que produzca desechos radioactivos, pues considera a la zona austral del país como un “privilegio ecológico” que hay que resguardar.
Según explicó el senador Horvath, el objetivo de este proyecto es que “cualquier central o intervención en los ríos de la Patagonia tenga que cumplir con una serie de requisitos, como no intervenir más que un porcentaje de la cuenca, tratar de que sean centrales de pasada o que la electricidad que entreguen en destino se provea en el lugar de origen al mismo precio. Todos estos requisitos apuntan a los megaproyectos”.
Agregó que lo que se pretende es “disminuir el daño ambiental y coordinar los futuros proyectos con el desarrollo local y regional, sino no tienen sentido”.
EXIGENCIAS
En lo fundamental, la moción parlamentaria fija un régimen legal especial que garantice que tanto en el proceso de construcción como de puesta en marcha y funcionamiento regular de tales centrales, se le entreguen beneficios concretos a los habitantes del sector.
Para ello establece un conjunto de obligaciones para los proyectos de generación de energía eléctrica que se desarrollen en la Patagonia chilena, que generen energía superior a los 100 Mega Watts de potencia, y para los proyectos de transmisión que se realicen en la zona, asegurando beneficios a los habitantes que permitan mejorar su calidad de vida.
Entre ellas, “que las empresas que desarrollen esos proyectos cuenten en su etapa de construcción con un porcentaje de a lo menos el 50% de sus trabajadores que se encuentren domiciliados en la zona hace más de 2 años”.
Asimismo, una vez construidas las centrales y estando en etapa de funcionamiento regular, se aumenta dicha exigencia a un 75% de trabajadores domiciliados en la zona.
En cuanto a la energía que se produce, se establece una obligación especial para las empresas que tienen a su cargo las centrales generadores, en cuanto a poner a disposición efectiva de los habitantes de la zona, la electricidad suficiente para asegurar sus necesidades a un valor no discriminatorio.
Por otra parte, la iniciativa dispone que todas las obras necesarias para la construcción de esas centrales, tales como la habilitación y mantención de obras de vialidad que se necesiten para su acceso, deben ser realizadas a costa de las empresas eléctricas y tienen que considerar en su diseño y construcción las necesidades de los habitantes de la zona.
Asimismo, las líneas de transmisión deberán resguardar el paisaje escénico y la protección de su entorno natural, debiendo realizarse por vía subterránea o submarina en aquellas zonas de mayor vulnerabilidad ambiental.
Los proyectos de generación eléctrica deberán proveer de energía a la región donde la obtengan, al menos al mismo costo que la que entregan en su destino final.
Además, para evitar la indiscriminada inundación de los escasos y valiosos valles existentes en la Patagonia, el senador Horvath propuso establecer que en los casos en que se desarrollen embalses, éstos no podrán comprender un área superior a un porcentaje de las cuencas.
“De esta forma, se pretende incentivar a las empresas eléctricas a fin que las centrales que se desarrollen en la Patagonia chilena sean de paso, es decir, que generen electricidad aprovechando las caídas naturales de agua existentes en la zona, lo que significaría reducir sustancialmente las áreas de inundación”, sentenció el parlamentario.
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