Hace pocos días atrás, se realizó en Santiago, la marcha de todas las marchas, un movimiento de varias organizaciones que según sus convocantes reunió a ciento cincuenta mil personas y según carabineros, asistieron a ella alrededor de veinticinco mil personas. Como todas las marchas que se organizan, esta no estuvo exenta de encapuchados y por supuesto dejó, como todas, la reguera de basura y destrucción de los bienes públicos y privados.
La pregunta que uno se hace, desde un rincón pacífico de la Patagonia es ¿cuales son los motivos para marchar?. ¿Tiene Chile necesidades imperiosas como la falta de alimento, la falta de libertad, una economía nefasta, una nula oportunidad de acceder a la educación?. No, eso no sucede en Chile. Aquí no se nos ha obligado a usar casacas de un determinado color, aquí no se nos obliga a cortarnos el pelo como el principal líder de la nación, aquí tenemos acceso a la educación, aquí podemos escribir y leer lo que queramos, aquí aceptamos la diversidad sexual aunque no estemos de acuerdo con el matrimonio homosexual, aquí no faltan los alimentos, aquí la inflación está controlada, aquí se asiste en masa a conciertos carísimos de artistas extranjeros, aquí tenemos la mayor cantidad de celulares de LatinoAmerica, aquí tenemos acceso a internet a un precio razonable y podemos desde el anonimato escribir lo que se nos ocurra en contra de las autoridades, los artistas, los políticos etc. Entonces ¿porque la gente marcha?. Indudable que tenemos problemas como la delincuencia, indudable que tenemos problemas como la falta de participación, pero... ¿son las marchas el camino acertado para cambiar esas cosas?
Creo que los chilenos no tenemos mucha cultura y no tenemos mucha comprensión lectora. Se repite como loros alguna consignas: Asamblea Constituyente, fin al lucro, cambio a la Constitución, educación publica y de calidad y le hemos hecho caso a mini lideres como Camila Vallejos, Giorgio Jackson, Gabriel Boric o Carol Cariola y en el 2011 miles de jóvenes perdieron valiosas horas de estudio por seguir a estos lideres y sucede que hoy ellos son parlamentarios de la República en tanto muchos jóvenes perdieron la oportunidad de seguir con sus estudios y otros quedaron encalillados un año más.
En mis tiempos la educación universitaria era gratuita pero no era fácil acceder a ella, generalmente los jóvenes de provincia no tenían esa oportunidad porque no les alcanzaba el puntaje del Bachillerato, luego vino la creación de Universidades privadas, algunas muy buenas y otras muy malas y casi todos los jóvenes accedieron a diferentes carreras. Hoy por hoy es más fácil encontrar un ingeniero en algo que un técnico en algo. Muy atrás quedaron las grandes escuelas técnicas que sacaban profesionales técnicos de lujo. Muy atrás quedaron las escuelas normales que entregaban profesores de lujo. Pero en fin, Chile marcha y marcha sin responsabilidad hacia un futuro incierto en donde se le pide al estado que sea benefactor de todo. ¿Llegaremos a alguna parte por este camino?. Creo que no. Y no sería bueno seguir el ejemplo de Venezuela, el primer productor de petróleo del mundo, que por malas políticas o políticas populistas, hoy ni siquiera tiene papel higiénico. ¿Es eso lo que queremos para nuestro país?. Ojalá que no. Es tiempo de ponerse serios y responsables y entre todos luchar por un mejor futuro.
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