No voy a hablar desde la voz de “
la calle” como se le dice ahora a las movilizaciones de los más variados
tipos que se hacen en las calles de mi
país, para exigir medidas como gratuidad, calidad etc. etc. Es válida toda forma
de expresión y creo que mucho más valida es ,cuando junto con el exigir se
hacen propuestas coherentes para conseguir un objetivo. En cuanto a las
movilizaciones por la educación, creo que lo primero que se debió exigir es
educación de calidad, luego por añadidura podría haberse pedido el resto de
todo lo que se pide. Una educación de calidad prepara para la vida, prepara a
los niños y jóvenes para que sean seres racionales y pensantes, los induce a la
lectura, no a través de programas en los que se les llena la cabeza con las preferencias
de los gobiernos de turno, sino que a través de interesarlos por leer, por
estar informados, por adquirir conocimientos etc. Pero ese no es el tema del
que quiero hablar hoy. Quiero hablar de las medidas que toma el Ministerio de
Educación y de los argumentos que da para tomarlas.
Ayer se quitaron las clases de
Educación Cívica y así estamos formando a nuestros jóvenes sin la más peregrina
idea de la labor de un Alcalde, de un parlamentario, de un Ministro, de un
Presidente. Tampoco tienen idea de lo que es un Decreto, una normativa o las diferencias
entre el Código Penal y el Código Civil. No era necesario que estudiaran leyes
para saber esto, ya que antiguamente las clases de educación Cívica eran
obligatorias y al menos se tenían nociones de lo que era la República.
Hoy están pensando en sacar las
clases de filosofía de la malla curricular de los estudiantes secundarios, y el
argumento que dan, es que la filosofía
es la puerta de entrada a las drogas duras. No sé en qué mundo viven las
autoridades del Ministerio de educación de Chile, pero por cierto la Filosofía
es la puerta de entrada al pensamiento crítico, al desarrollo del amor por el
saber, a la posibilidad de analizar con lógica los aspectos de la vida personal
y comunitaria. Las clases de filosofía transforman a los estudiantes en seres
pensantes y racionales. Me parece que estamos muy mal y que el camino que se
está tomando es altamente peligroso. Estamos formando una sociedad de zombis,
que siguen las tendencias y las modas, que pasan pegados a las pantallas de sus
celulares y ya no hablan, no practican deportes, no conocen su país ni a sus
autoridades y lo peor, es que al tener la edad para hacerlo, no van a votar,
porque no les interesa, y así como vamos
en algunos años más dará lo mismo quien gobierne, si roban o no roban,
si lo hacen bien o lo hacen mal y va a ser muy tarde cuando unos pocos, se den
cuenta de que los engañaron y les quitaron de sus mallas curriculares todo
aquello que los hacía seres pensantes y opinantes y se van a encontrar que no
tienen ningún derecho y solo tendrán deberes, los deberes que un Estado
totalitario ( en cualquiera de sus formas) les va a imponer.
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