Continuando con los escritos de la señora E, aquí les dejo
este relato.
Como buen presidente, don Pedro Montt, cuando estaba en su
puesto fue al sur para conocer sus poblaciones y problemas. Cuentan que cuando
llegó a Temuco, todos lo saludaban con cariño, tanto los chilenos como los
descendientes de extranjeros. También se juntó una gran cantidad de araucanos a
conocerlo y saludarlo. El los saludó con mucho cariño y los felicitó por su orden
y buena conducta. De repente le dijo entre risas, he oído que ustedes a veces
se comen un caballo u oveja del vecino. Allí un mapuche se adelantó y con mucha
honradez le dice que es cierto, que cuando ven un animal gordo de algún vecino
y tienen deseos de comer carne se lo comían, pero le dijo, a nosotros nos han
dicho que en Santiago todos robar, hasta
el Presidente robar y ese ser rico y no tener hambre.
El presidente le pregunta muy divertido que quienes decían
eso y el mapuche muy honrado le dice “aquí todos decir eso”.
Dicen que Su Excelencia lo contó en Santiago, a su regreso,
con mucho sentido del humor diciendo que en todas partes se aprende algo y los
araucanos son valientes para reconocer sus faltas y robos, no como muchos…
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