domingo, 28 de diciembre de 2014

Un año más

Estamos a pocos días de terminar el año 2014, un año más en nuestras vidas, un año en el que despedimos a amigos o familiares, un año en que tuvimos alegrías y tristezas, un año en el cual nos propusimos metas que a veces no cumplimos. En fin, un año más que se va. 
Durante este año 2014 he tenido abandonado  mis blog, he estado desanimada para escribir historias y he tenido la disculpa de mi salud que por cierto no ha estado en un 100%. nada grave felizmente, solo los achaques de vieja. 
Este ha sido un año en el que he leído mucho y de todo, en el que he estado analizando la situación del mundo y cuestionando muchas cosas de las cuales he sido testigo indirecta a través de la Internet o la TV. Pero dicen que la cabra siempre se vuelve al monte y si, he vuelto a mis lecturas patagonicas, a mis investigaciones y a mis deseos de seguir entregando un poco de conocimiento sobre esta maravillosa tierra del fin del mundo.
Hoy, 28 de diciembre, día en que mi hijo mayor cumple 45 años, vuelvo al redil y les envío a todos mis amigos blogueros y quienes leen mis divagaciones, que tengan una hermosa despedida del 2014 y que reciban con alegría y esperanzas el nuevo año.
En lo personal debo decir que siempre mis balances son positivos, este 2014 se sumó un nuevo nieto y se anuncia otro para el 2015 y ¿que más puedo pedir?. Los nietos son de alguna manera la prolongación de nuestra vida y de nuestra estirpe.
En una de esas, este 2015 cumplimos nuestros sueños y nos reunimos por fin en el Café Patagonia admirando el paisaje  y aspirando en profundidad el aroma del ciprés, tomando unos ricos mates y escuchando nuestras propias historias.
Un abrazo a todos.

martes, 23 de diciembre de 2014

FELIZ NAVIDAD

Feliz navidad les deseo a todos y cada uno de los lectores de este blog. Que el amor, la concordia y la alegría reinen en vuestras vidas.

martes, 30 de septiembre de 2014

Viaje a Pucón en 1912 ( Segunda Parte) (Cuaderno de notas)





Seguimos nuestro camino silencioso solo con el cantito “parece jardín” que nos acompañaba. Yo traté de dormir lo cual no fue posible porque de repente un golpe fuerte me recordaba que no estaba en la cama sino que en la carreta. Yo quise arreglar algo la situación y le contaba de Valparaíso y Santiago, lo que les gustó mucho y me preguntaron si era muy bonita La Moneda donde vivía el Presidente y que yo seguro le conocería todos sus salones elegantes, a lo que no sabiendo mentir les conté: ¡Claro que conozco La Moneda pero sus salones no!. Y me decían: sus papás deben haber estado en el palacio y yo para no  desilusionarles mucho les dije que mi papá pasaba a veces por ahí. Charlamos varias horas y se olvidaron de que yo no quería chupar mate con ellos. Volví a preguntar ¿falta mucho?. Me dijeron detrás de esa loma  viene Huiscapi y llegaremos  a la merienda donde las señoritas Rivera, son muy buenas y tienen muy buena casa, ya están avisadas y la recibirán muy bien. Tienen camas muy elegantes y ellas mismas bordan y tejen a crochet, así que tienen  los almohadones más lindos y todo almidonado y le diré que no reciben a cualquiera, solo a la riquería. Yo miraba y miraba y me parecía que la loma no aparecía nunca. De pronto ¡qué alegría!, la loma se corrió y estábamos atrás, esto era un bajo, por consiguiente la peor parte del camino y dice el viejito ¡ parece que  vamos a tener que apearnos!. Yo miraba el gran fango y pensé ¡tanto machucarse para quedarnos por secula en el barro!, pero luego el viejito se bajó y con energía picaneó y gritó a los bueyes, unos cuantos tirones y salimos del fango y el carretero dice muy contento ¡Por suerte tenemos un pértigo nuevo.
Por fin vimos la casa de las señoritas Rivera, primero salieron diez perros grandes, luego las dos señoritas muy arregladas y otros pocos perritos chicos detrás. Me llevaron casi en andas, la casa muy aseada con una gran estufa y grandes alfombras hechas por ellas. Me calenté un rato y cuando ya pude andar me llevaron al dormitorio. Todo lo que me había dicho la viejita era poco en cama elegante. En el almohadón grande había en preciosos colores un par de palomas que se besaban. Yo les admiré mucho los bordados y me contaron que la seda era importada. La comida era muy buena y abundante y cuando me preguntaron si quería acostarme tenía la clave para mi palabra ignorada. No supe como caí en la cama, solo recuerdo que varias veces desperté asustada pensando que mi carreta se daba vueltas. Al siguiente día, temprano, una de las señoritas me trae personalmente el desayuno en una  bandeja en la que había de todo. Yo le dije que no podría comer tanto y ella me dice coma no más ¡se vé tan flaquita!. Cuando ya estaba en la mitad del desayuno  se asoma muy prudente mi carretero y me dice que es hora de seguir el viaje, que no llueve muy fuerte y si esperamos nos pillará la lluvia por el camino. Saltar de la cama y estar lista en la carreta fue de un santiamén. Me despedí con mucho cariño de las dueñas de casa y partimos de nuevo con la tonadita de parece jardín. Oscureciendo llegamos a Villarrica. Fue un gran gusto llegar a una casa donde me recibieron con gran cariño en una casa que no siendo muy grande encerraba un gran corazón.
Mi cuñado Otto y su señora fueron muy cariñosos conmigo. Tenían una cocina grande que era el hogar de la familia. La gran estufa prendida todo el día en el invierno. Todos nos sentíamos muy confortables, era la lumbre del hogar en todo sentido, era mucho más acogedor que una chimenea prendida en un living del norte.
Pasan varios días, esperamos un día sin temporal ni puelche para atravesar el lago Villarrica y llegar a Pucón. Por fin llegó el día tan esperado y nos embarcamos en el vapor de mi cuñado con su esposa y familia. Era el primer vapor construido por él mismo  con la ayuda de un técnico H.Felis, que venía de un astillero de Valdivia. El viaje fue muy agradable, íbamos caleteando por la costa del lago Villarrica que en ese tiempo era muy bonito, casi en todas partes llegaban los bosques al mismo lago y muchas veces se reflejaban en las aguas cristalinas. En una parte llamada en ese tiempo “Los Riscos” atracó el vapor a dejar correspondencia, pues era la única manera en esos tiempos para esas gentes de conseguir sus cartas o telegramas urgentes. De allí directamente a Pucón, de lejos se veía la península muy pintoresca, me contaban que le pertenecía a don Clemente, que estaba como treinta años allí, cuando había un boquete pequeño para atajar los malones de los araucanos. Cuando pregunté asustada si eso existía todavía me dijeron que ahora no quedaba nada más que la casa de la aduana con su jefe y un par de matones, pero estos solo para atajar los arreos que venían de Argentina, los arreos chicos, pues los grandes daban otra vuelta y por lo general eran grandes señores, pero eso cambió luego.
Así llegamos a mi nueva Patria, pues esto no parecía pertenecer a Chile. Pucón estaba entre el lago Villarrica a los dos lados y el potrero de resguardo, terreno fiscal reservado para resguardar la frontera. En verdad esto no podía llamarse pueblo, en la orilla de la playa, en las dos puntas las dos casas comerciales y en el medio de la plaza, la aduana con su matadero, es decir un arco donde se carneaban los animales que eran la multa de algún papel extraviado  o el pago de un pobre arriero que traía un par de animales. Esto era muy práctico porque para diez o quince familias que formaban el pueblo con sus alrededores no se podían tener una carnicería o un matadero. A un lado de la plaza habían varias casas, una era el correo y telégrafo en otra vivía una viejita que daba clases, parece que cobraba dos pesos mensuales. Me decían que la viejita era tullida, pero los niños aprendían muy bien. Se contaba que cerca de ella manejaba  una varilla larga, eran los tiempos que la letra entraba con sangre. A ese mismo lado vivía doña Matilde, que era la única casa de pensión para los pasajeros comerciales y gente que pasaba por el paso para Argentina. Al frente de la plaza la casa de mi cuñado, la cual había arrendado mi marido por dos años porque no creíamos que nos quedaríamos por más tiempo. Quien creyera que nos quedamos hasta 1948 cuando el volcán pasó por nuestro pequeño campo y se llevó en un momento todo lo plantado y trabajado, dejando un saldo de tremendas piedras, palos y raíces que bajaron por la  En ese tiempo habían en Pucón solo dos calles, una que iba directamente desde el muelle a la punta de la plaza donde estaba el negocio de don Clemente y se nombraba por su nombre y de aquí se atravesaba al sesgo  la plaza y se llegaba a la calle única a la alameda de don F. Kause y seguía a Argentina. Esta calle no tenía nombre pero en sus tres o cuatro cuadras había unas ocho casas. No sé cómo se llama ahora, pero creo que debiera llamarse “Doña Claudina”. Era la casa más arreglada y en las tardes cuando terminaban de cantar los sapos y ranas empezaba el canto de doña Claudina. Contaban que las niñas tenían muy buena voz y que doña Claudina tocaba divinamente el arpa. Yo la oía de lejos cuando ya cantaban las notas más altas quizás porque los ánimos estaban de acuerdo con las notas. Por fin un día tuve la oportunidad de conocer a la famosa Claudina. Fuimos al potrero de resguardo a cazar torcazas y pasamos por el frente de la casa de doña Claudina. Ella salió a la puerta y dice con malicia: “Don Fernando, que hace tiempo que no lo veo por aquí, parece que ya no recuerda cuando venía con sus arreos y tocaba tan bonito la guitarra”. Mi marido muy confundido le dice: “Parece que me confunde con un hermano, somos muy parecidos”. Ya íbamos llegando al potrero de resguardo y todavía se oía la cantante risa de doña Claudina. Debo agregar que en ese tiempo realmente pensé que se trataba de una equivocación.
Llegamos a casa a pelar las torcazas con la ayuda de un viejito holandés que nos contaba que había sido marino y una mala maniobra lo dejó en la zona. Era un excelente ayudante, secretario, cocinero. Muy leal y cariñoso y me cuidaba como a una hija. No hablaba castellano y tenía sus palabras raras pero nos entendíamos en alemán. Todos lo llamaban “muchaico” porque el usaba una palabra parecida. Con el tiempo descubrí que esa palabra quería decir marco de puerta o marco de ventana. Él no se hacía problemas con su sobrenombre. Él era nuestro cocinero, claro que no había mucho para elegir: truchas, torcazas y carne de cordero y muchas papas. Si alguien me hubiese dicho que en Chile se importarían las papas me habría reído con más fuerza que doña Claudina, pero así fue. Recuerdo que muy de vez en cuando alguien carneaba un vacuno y una vez mi marido compró una pierna y tuvimos carne por toda la casa. Incluso Fernando le regaló a algunos vecinos, pero uno de ellos le mandó el regalo de vuelta. Después supimos que pensaban que Fernando le había puesto veneno. Eso me desesperó, pero en general la gente era muy desconfiada y yo me contagié con eso y con los años aprendí a ir personalmente a comprar la carne y elegir los cortes. Así pasamos el primer invierno en Pucón. Con buen fuego y bastante leña que se recogía en la playa. Mi marido escribía para El Mercurio dando a conocer las bondades de la zona que según él, algún día sería la Suiza chilena que tenía un gran porvenir y que había que trabajar para conseguir un ferrocarril para sacar las grandes riquezas madereras de la zona. En ese tiempo se pelaban los lingues y esa cáscara se mandaba a Valdivia y se exportaba a Alemania para curtir las suelas. Muchos años después, se verían cumplidos los sueños de mi marido pero él no alcanzó a disfrutar nada de eso. Lo único que alcanzamos a pescar fueron salmones pues en 1911, el señor Alberto, Jefe de Piscicultura había puesto las ovas en varios esteros. (Continuará)

lunes, 29 de septiembre de 2014

Viaje a Pucón en 1912 ( Cuaderno de notas)

Continuando con la transcripción del cuaderno de notas, hoy les entrego parte del relato de la señora E. sobre su primer viaje, recién casada, para radicarse en Pucón.



Viaje a Pucón en 1912


El viaje desde Valparaíso a Loncoche se hizo sin novedad, o sea novedoso por los distintos pueblos del sur donde a menudo salían a la estación, mapuches a vender sus tejidos, que eran su negocio, las avellanas tostadas, los chupones y algunas cosas de alfarería  que yo miraba sin ocurrírseme para que servirían, más tarde aprendí a usarlas y hpy día son adornos de muchos grandes salones. Al fin se llegaba a Temuco, donde paraba el tren mucho rato. Allí si que habían muchos araucanos con sus preciosos tejidos, desde las prácticas alforjas hasta los lindos ponchos que solo ellos hacían tan bien y los teñian con colores que sacaban de las plantas y flores y que no se desteñían con nada. Eran en todo sentido, artículos de lujo. Compramos varios sin saber que aquellos se iban a colocar en las ventanas en protección del frío temporal y para que no pasaran las balas locas. Llegamos a Loncoche, un pueblo sin importancia pues Pitrufquén era la cabecera del departamento. Cerca de la estación había un hotel casi exclusivamente para los viajeros comerciales y pasajeros del tren. Durante el día bastante triste, buena comida y bastante chicha de manzana pero desde la tarde a media noche se oia mucho ruido y risas pues se juntaban los caballleros a tomar sus copas y a jugar, parece que era la única entretención. Era fin de marzo y me decían que en octubre podía empezar el buen tiempo, pero que entre medio venía el veranito de San Juan y este duraba a veces hasta una semana. Yo suspiraba pero pensando que la gente aumentaba tanto las cosas y como sabían que yo no sabía ni sé nada, querían meterme miedo.
Pero muy luego note que seguía lloviendo a chuzos y lñas calles eran verdaderos barreales pues las veredas eran reemplazadas por troncos y bastante altos, esto servía para apearse del caballo decían.
Delante de las casas había un varón grande para atar las bestias que eran muy dóciles y tenían una paciencia increíble, pues sus dueños a veces  se calentaban el cuerpo días enteros después de haber hecho sus compras, ellos los nombraban “los vicios”. Estos consistían generalmente en cigarrillos, yerba, azúcar, fósforos y jabón y se me olvidaban la botella de parafina para el chonchón, no existían los cómodos tarros de Esso y cuando el corcho no era bueno y el jinete llegaba a todo galope a su casa, no solo él estaba emparafinado sino que el azúcar, la yerba y los cigarrillos igual .Más de una viejita que esperaba días enteros su yerba para el mate, se tenía que tonificar y se decían entre ellas: Comadre tiene un poco de parafina pero dicen que es buena para el pulmón, una meica receta 10 gotas en un terrón de azúcar y yo no creo que la yerba tenga más que eso.
Por fin un día mi marido le escribió a su hermano Otto a Villarrica que mandara el primer día bueno una carreta lo más apropiada para mi viaje. Esta carreta reconozco que fue arreglada con mucho cariño  con un toldo grande de carpa y varios sacos de paja para amortiguar los golpes, los mejores bueyes gordos para sacar la carreta del pantano. Yo emprendí el viaje sola, con un viejo servidor de mi cuñada y su viejita para acompañarme y al mismo tiempo hacer sus compras en el pueblo. Yo miré este vehículo y lo encontré bastante divertido, cuando se es joven gusta todo lo nuevo y divertido.
Al siguiente día temprano emprendimos el viaje, yo sola con este matrimonio pues mi marido tenía que ir a Valdivia para comprar los víveres para todo el invierno, no podíamos esperar el veranito de San Juan. Llovía, llovía y llovía y empezó el viejoito a canturrear “parece jardín, parece jardín. A la media hora fastidiada con su canto y con tantos golpes pues para no sumergir la carreta en el barro había troncos gruesos atravesados y las ruedas eran de palo masiso, saltaban alegremente de un tronco a otro, eran tantos los golpes que a veces casi tumbaban la carreta y los sacos de paja bailaban de un lado a otro, pero mi buen carretero seguía cantando “parece jardín”, de repente le digo fastidiada “oiga iñor que es lo que parece jardín” y él lleno de bondad me dice: Los bueyes señorita, este es Parece y este es Jardín y me los presento alegremente con la picana. Esto fue una pequeña alegría. Una hora más tarde le pregunto a la buena viejita ¿Señora nos falta mucho?, no es mucho me responde, son dos lomas no más, después de la primera llegaremos a Huiscapi y allí llegaremos a merendar. Para no aparentar más ignorancia no le pregunte nada más. A medio día paró la carta y la buena señora se acerca a mí y me dice con disimulo y cariño: Si su  mercé quisiera miar, allí hay matas y mi viejo no mira nunca. Francamente se lo agradecí y le dije con discreción que estiraría las piernas un rato pues me dolía todo el cuerpo con los golpes y la viejita me meiró con cariño y me dijo ¡tan jovencita y tan señorita!. Cuando me bajé de la carreta, ella me gritó ¡para ese lado está mejor y me muestra unos cuantos boldos bien tupidos. . Cuando los bueyes y todos habíamos “estirado las piernas” siguió el viaje de la misma forma. Hubo otro descanso detrás de una loma y fue para sacar el termo con café y comer unas presas de pollo. Les convidé a mis amigos ( pues se dice que a golpes se hacen las amistades). Yo tomé mi café y ellos hicieron un fuego para calentar agua para tomar mate y tomaban ambos. De repente la viejita le pasa el pañuelo a la bombilla y me pasa el mate diciéndome: tenga la bondad de aceptrme un matecito. Yo avergonzada le dije, no muchas gracias, yo no tomo mate, pero ella insistía diciendo que el mate era bueno. No encontrando otra disculpa, le digo Yo no chupo donde chupan otros, parece que la ofendí, pero después reaccionó pensando que yo no era de la región y me dice: Estoy segura que si se queda algún tiempo le va a gustar el mate.. (continuará)

jueves, 11 de septiembre de 2014

Cuadernos de notas

Hace mucho tiempo, cerca de 25 años, mis hijas, en ese entonces jóvenes adolescentes, se hicieron amigas de un jovencito coyhaiquino que vino a pasar un verano a Chile Chico, era un niño muy agradable al que solíamos tener de invitado a casa en forma cotidiana. Al enterarse que yo escribía me contó que él tenía unos cuadernos pertenecientes a su abuelita y que me los traería. Así fue. En una de sus idas a Coyhaique me trajo los dos cuadernos, manuscritos, el uno con reflexiones escritas por la autora a partir de 1967 y el otro con comentarios políticos  escritos entre 1972 a 1973. El joven amigo de mis hijas me dejó los cuadernos, luego se fue y nunca supe más de él. Tampoco he sabido el nombre de su abuela, solo hay un papel que dice el nombre de su esposo y como está manuscrito, es un poco complicado escribir bien el apellido, pero dice algo así como  Fernando Gudesnchvage Finder y la autora pone su nombre en la tapa de uno de los cuadernos como E de Gudesnchvage.Conservo intactos esos cuadernos que no me pertenecen , tan intactos que entre sus páginas hay guardadas  algunas hojas con anotaciones y alguna propaganda comercial. Cuento todo esto porque he decidido dar a conocer parte de esos escritos que reflejan distintas épocas de la vida en Chile. Por ejemplo ella nos cuenta que nació en Viña del Mar, que estudió en el Liceo Alemán y se caso en el año 1912  y nos relata lo que fue su viaje desde Valparaíso a Pucón en el año 1912 y de manera muy amena nos va contando como era Pucón en aquellos años, como eran los guilatunes, las machis araucanas, las meicas o curanderas, como fue la invasión de ratones en el año 1914 en Pucón etc. La autora era una mujer con muchas inquietudes y leyendo estos cuadernos  uno se da cuenta que el tema político le apasionaba. Cuando ella enviuda se viene a vivir a Coyhaique , al parecer junto a una hija que estaba casada con alguien radicado en la zona y nos va relatando la vida de Coyhaique, los sucesos importantes de la ciudad y otras muchas cosas más.Hago hincapié de que los textos los transcribiré textuales, respetando la gramática y la ortografía de su autora.
Hoy comenzaré con un simpático artículo titulado HOMO SAPIENS ( escrito en 1967)
"Yo no comparto la teoría de Darwin  que descendemos de los monos, pero que en la naturaleza hay una linea parecida entre los monos y nosotros, si. Esto se nota mientras más nos observamos a nosotros mismos y a nuestras manos. Nunca me olvidaré cuando un caballero mayor que estaba en Pucón para buscar plantas oriundas de Chile como papas etc., me ve con una hijita de seis semanas y me pregunta si la puede ver bien. Cuando le puso los dedos debajo de sus pies, se encogieron los dedos como para pescar, después le observó bien la cabeza y muy contento me dice: Muchas gracias, ahora estoy completamente seguro de que descendemos de los monos. No supe que contestarle, recuerdo que no me sentí demasiado halagada, ya que yo hallaba completamente normal a mi chiquitina. Ahora, después de cuarenta años, cuando veo los monos en el zoológico con mis nietos u otros chiquitines, siempre veo ante mí la cara feliz de aquel científico que en mi hija adquirió la convicción que nuestra humanidad descendía del mono".

martes, 1 de julio de 2014

SI YO FUERA.............

Si yo fuera Ministra de Medioambiente en Coyhaique ya estaría tomando medidas URGENTES para evitar la tremenda contaminación que sufre la capital de mi región.
Las medidas serían las siguientes:
Prohibir la circulación de todos los vehículos petroleros que han ingresado a la región a través de la zona franca, vehículos altamente contaminantes y que en definitiva son chatarra enchulada.
Cambiar todas las estufas a combustión lenta por otras más modernas y menos contaminantes.
Hacer una severa fiscalización a todos los vendedores de leña, fiscalizar en los caminos, en los predios etc. y verificar que esa leña sea realmente seca y no como es hoy, que la leña viene hasta con las hojas verdecitas.
Trabajar en la aislación termica de todas las casas de la capital regional.
 Plantar árboles  en cada cuadra de la ciudad, muchos árboles que ayudan a purificar el aire.
Instalar paneles fotovoltaicos en cada una de las casas de tal manera que  la calefacción sea eléctrica.
¿Como financiar todo esto?. Facil, con la ayuda del Estado y con la generosa ayuda de quienes estuvieron trabajando  en la campaña Aysén si Represas, a sus financistas y a todos aquellos que vendieron empanadas e hicieron rifas para financiar la campaña. Claro, yo pienso que si uno es ecologista o ambientalista lo es las 24 horas del día  y el tema de la contaminación en Coyhaique es preocupante. Yo creo que toda la población estaría dispuesta a apoyar estos trabajos, ya que nadie quiere vivir bajo una capa de humo y de smog.

Por último, le cobraria un impuesto adicional a los EMPRESARIOS GOLONDRINAS, esos que abundan en la región y que son aquellos que tienen emprendimientos turísticos y los trabajan de diciembre a marzo y luego se vuelven a sus países o lugares de origen. Por cada turista que traen y reciben en sus lodges u hoteles en la temporada, yo les cobraría un 30% de lo que ellos cobran y creanme que  es harta plata.
Coyhaique y su gente necesita urgente una solución, no una que llegue en 10 años más, no una que signifique un parche, si no que soluciones reales y drásticas para hoy, no para mañana
Pero..... yo no soy Ministra del medio ambiente, tampoco me defino como ambientalista, al contrario, soy fumadora y eso ya significa que contamino, pero la verdad es que me preocupa el estado crítico en que está Coyhaique que en lo que va corrido del año lleva más de 50 episodios críticos en los niveles de contaminación y que tiene el triste record de ser la ciudad más contaminada de Chile. Creo que hay que hacer una campaña que involucre a toda la comunidad regional , hay que unir voluntades más allá de las diversidades.
 

sábado, 21 de junio de 2014

¿Y ahora que sigue?


Hace pocos días el Comité de Ministros le cerro el paso a la construcción de las mega centrales hidroeléctricas en el Baker y el Pascua, a la empresa Hidroaysén. Hubo y hay celebraciones. Por estos días se anuncia un gran encuentro, creo que un almuerzo,entre los opositores al proyecto y sus financistas, entre ellos Douglas Tompkins, su mujer y uno de los Kennedy entre otros importantes. Me parece bien que celebren su triunfo, un triunfo anunciado y que era esperable.
Si me preguntan mi opinión, no pertenenciendo al grupo, yo también me alegro de que este proyecto no se lleve a cabo y eso lo dije hace mucho tiempo en este mismo blog, en realidad hace varios años tuve una mirada crítica, pero nunca participé en movimiento alguno ni a favor ni en contra. Nunca levanté una pancarta  en contra  o a favor de la empresa porque sentí desde un primer momento que este proyecto nos dividía de una manera muy cruel. A todos los que estaban por distintas razones cercanos al proyecto se les estigmatizó como vende patrias, vendedores de la Patagonia etc. etc. etc. Hubo empleados de la empresa, que simplemente buscaron una fuente de trabajo a los que se les persiguió como demonios, hubo pobladores que fueron insultados y en lo personal, cuando le vendi mis derechos a Hidroaysén,  para una edición de 500 ejemplares de mi libro "Lucas Bridges. El Señor del Baker" faltó poco para que me colgaran en la plaza pública y comenzó una campaña de denostación hacia mi trabajo que fue bastante fuerte. Lo curioso es que yo ya había manifestado  mi oposición al proyecto y lo hice con los mismos ejecutivos que hicieron el negocio  conmigo. Debo confesar que me sentí respetada por la empresa y que a mi libro solo le agregaron belleza, unas fotos maravillosas de José Viviani, pero no le pusieron ni una coma de más o de menos y eso se valora.
Este fue un proyecto que dividió a los aiseninos. Mucha gente nacida y criada en la Patagonia estaba a favor de que se hicieran las represas ya que veían  un mejor futuro económico para ellos y sus familias, otros, también nacidos y criados, estaban en contra de la construcción por el evidente peligro de la destrucción del paisaje y fue penoso ver la división y fue penoso ver como gente que nunca  ha estado ni cerca de los ríos Baker y Pascua ,escribían grandes diatribas a favor o en contra. Pero en fin, ya todo pasó y espero que ahora los aiseninos nos unamos en una causa, más bien dos causas comunes.
La primera de ellas es la recuperación de las aguas. tenemos que luchar para que el agua de nuestros ríos y lagos sea del Estado de Chile y en esa causa me embarco sin problemas. La otra causa es la recuperación de las tierras, si , que las tierras  vuelvan a manos de los aiseninos.
A mi, hija de extranjero, que llegó a esta región en la década del treinta, me parece una burla que la primera ley de colonización les haya prohibido obtener tierras de parte del Estado y que ahora, un extranjero pueda tener más de 70.000 hectáreas a su nombre y lo peor, no producirlas. Me parece una burla que al poblador original el Estado de Chile le haya permitido solicitar solo 600 hectareas y 50 hectáreas por cada hijo nacido vivo y que ahora cualquier ciudadano con plata ,venga y se compre tres mil, cuatro mil o cinco mil hectáreas como si nada.
Hace pocos días. conversaba con un joven estudiante de periodismo y me preguntaba cual era la diferencia, según mi opinión, entre los extranjeros que llegaron en los albores de la colonización y los de ahora, y cual era la diferencia entre los primeros colonos y los que llegan ahora. Yo defino a los inversionistas que llegan a comprar tierras como empresarios golondrinas, vienen una temporada y se van. Los extranjeros que llegaron en los años 20, 30 40 o 50 vinieron a trabajar, vinieron a dejar el sudor de su frente haciendo progresar a la región en distintos ambitos. Los de ahora vienen a invertir en tierras.
 Los colonos primitivos vinieron a hacer todo, sin la ayuda del estado, los de ahora vienen a solicitar tierras y a pedir la ayuda del Estado en diferentes modos.
Si, les propongo hacernos parte de la causa de la recuperación del agua y de la recuperación de la tierra. Si logramos eso, entonces podremos decir que somos una región de gente valiente, poderosa y decidida.

domingo, 1 de junio de 2014

Una carta



 En relación a mi posteo de ayer me parece oportuno publicar esta carta que  ha sido escrita por una experta y que refleja el sentir de muchos chilenos .




Por Equipo El Lapicero • 22 mayo, 2014 • PolíticaComentarios • 15144
Estimado Ministro:
Soy profesora desde hace 20 años, la Reforma de la que usted habla es un sueño compartido y anhelado desde hace mucho tiempo. Desde el momento en que la autoridad mencionó que  sería un cambio estructural donde se escucharían todos los actores, supuse que padres, alumnos y docentes seríamos convocados, no sólo para establecer un diálogo sino que para colaborar en un proyecto que deberemos liderar desde la sala de clases.
Este cambio no ha sucedido, se valoran las múltiples reuniones convocadas, pero siguen sin incorporar a los reales actores en la educación. Su propuesta esta hecha desde el punto de vista de economistas, auditores, ingenieros, políticos, todos menos los reales actores del aula, como que si estuviésemos enfermos acudiéramos a cualquier otro profesional si no es un médico, incomprensible.
En discursos y apariciones públicas se nos menciona como vitales, fundamentales pero en su reforma educacional  no somos partícipes de la génesis educacional. Nos sentimos utilizados para discursos políticos y no valorados por nuestro conocimiento y experiencia.
Continuamente se hace alusión a Finlandia, conocido modelo de éxito educativo, reflexionando sobre recursos, leyes, gratuidad, sin aludir al eje central del exitoso modelo que es, la validación del docente aula, dignificado, apoyado, con formación inicial de calidad, perfeccionamiento continuo, con espacio para innovar, la sociedad confía y entrega las herramientas para que el profesor sea quien lidere la formación de generaciones de jóvenes.
Debo resaltar que la utilización comunicacional del modelo de Finlandia es de solo propósito político  porque su propuesta no incorpora los elementos claves que esta reforma posicionó como un ejemplo exitoso.
En plena era digital es fundamental re-adecuar las carreras pedagógicas, pues estas forman docentes para un alumno que ya no existe, que mudó de piel. Internet y las redes sociales generaron un niño autónomo, crítico, informado, gregario. ¿Donde está en la Reforma una planificación digital transversal que permita desarrollar habilidades y competencias digitales que formen un alumno preparado para los desafíos futuros?  Reformamos mirando al pasado.
Ministro, la educación actual es la misma que recibió su padre Joaquín  y nuestra admirada Delfina, ¿no le parece raro que aun mantengamos el mismo esquema? Nuestro debate esta plagado de slogans de campañas, frases comunes sin contendido, sin aludir a la esencia de una Reforma Educativa, un docente empoderado, líder reconocido, preparado, validado, con una carrera docente que incentive a permanecer en el sistema, y el espacio para generar comunidad Educativa.
Esa es la clave de éxito de Finlandia, Corea del Sur o  Singapur, no son las leyes, ni los recursos, los que transformarán la Educación sino que será la calidad del docente, la capacidad de innovar, crear, liderar, las estrategias del aprendizaje.
Usted dio un paso significativo, terminar con la selección pero sin una transformación real que genere un aprendizaje diferenciado, esto sólo estresara a un ya agotado profesor. Término con el copago y alude continuamente a revivir la Educación pública, sin embargo no aparece el mega proyecto de educación cualitativa que invite a las familias a volver a confiar en la Educación Pública.
Su reforma educacional más parece una incógnita de bienes raíces, formulas financieras de posibles nuevas inversiones para subsistir como Sociedad sin fines de lucro versus privada,  más que una reforma educacional.  Sin duda que ingenieros ya deben estar haciendo modelos de inversión para ver como sacan ventaja económica de este nuevo modelo antes de convocar a miles de profesores para empoderar y dar una adecuada formación.
Es descorazante ver como el gobierno transformó esta reforma en un problema ideológico basado en el  lucro cuando los mismos  estudiantes lo confrontan. La problemática no solo es el lucro sino que de calidad. Escuche a Nashla Aburman (dentro de otros) cuando le piden convocar desde parvularias, estudiantes de pedagogías, profesores aula hasta padres. Los que estamos en esto no estamos equivocados.
Vivimos un momento histórico, del que los profesores deseamos participar, liderar y colaborar.  Ténganos en cuenta.

Marcela Momberg Montenegro
Profesora, Licenciada y Pedagoga
Universidad Católica de Valparaíso
Docente Economía Bachillerato Internacional
@marcelamomberg

jueves, 29 de mayo de 2014

La Reforma Educacional

Soy de una generación que estudió la instrucción primaria en la escuela pública, que la secundaria la hizo matizada en colegios religiosos y un colegio fiscal . Creo sinceramente que recibí una formación de excelencia. En la escuelita de mi pueblo además de enseñarnos  muchas cosas para cultivarnos y  obtener conocimientos científicos, también nos preparaban para la vida. En la escuela aprendí a bordar, a tejer, a pegar botones incluso a tejer a telar. Se suponía ( y así era en efecto) que la gran mayoría de las niñas no estudiarían la enseñanza secundaria y por eso se las preparaba para  ser dueñas de casa. Aprendi también a hacer huertos y jardines, aprendí a cantar, a actuar en un escenario, en fin, aprendi muchas cosas que me han servido en la vida. En la escuela secundaria me enseñaron  a ser culta, me guiaron  en conocer las matemáticas, las ciencias sociales, el lenguaje, la filosofía, la educación cívica, la religión. En fín, me cultivaron y eso se agradece, pero quiero decir con firmeza que la EDUCACION me la dieron en el hogar. Mis padres me educaron con reglas claras, me entregaron el valor del respeto, de la no discriminación, de la amabilidad, de la puntualidad etc. La educación en definitiva fue en el hogar y la enseñanza de conocimientos fue en la escuela.
Hoy en mi país se quiere hacer " la más profunda reforma educacional" y esa frase ya la hemos escuchado muchas veces. Una reforma no es simplemente meterle más plata a las escuelas, liceos o univerdidades. No habrá reforma posible si no se aborda lo fundamental : LA FAMILIA. La familia es en definitiva la gran formadora, la que entrega valores, la que entrega reglas de educación. La escuela no es más que una entidad de entrega de conocimientos. En la clase de inglés o de matemáticas, dificilmente el profesor le enseñará a un alumno el modo correcto de comer, de sentarse, de sonarse la nariz etc. El profesor le entregara al alumno CONOCIMIENTOS y los padres le entregaran al alumno EDUCACIÖN. Pero es difícil que se logre al menos en esta generación que los jóvenes sean educados. Hoy los jóvenes no tienen respeto ni por sus profesores o por sus pares, hoy los jóvenes son agresivos, prepotentes, desinteresados en los demás y eso es solo porque no han recibido en sus hogares los valores necesarios.
Creo que la GRAN REFORMA debiera comenzar interesando a los padres, formando a los padres, responsabilizando a los padres, de otro modo será imposible. 
Hace pocos días una persona me contaba que fue citada a una reunión del Centro de Padres del liceo de mi pueblo. Allí estudian más de 350 jóvenes. A la Asamblea General del centro de padres no llegaron más de veinte apoderados. Eso avala mi tesis de que la gran reforma pasa por educar a los padres, por interesarlos en sus hijos, por enseñarles a darse el tiempo de conversar con ellos, de compartir la mesa, de revisar sus deberes, de asistir a las reuniones, de saber en que andan y con quien andan.
Yo me siento orgullosa de la formación  que recibí, una  formación integral, que me entregó conocimientos en la escuela y educación y valores en la casa. A eso debiéramos volver, a tener padres con responsabilidad, comprometidos y amorosos con sus hijos. En el hogar se puede ser estricto y se puede entregar mucho cariño sin necesidad de castigos físicos pero con disciplina.
Espero realmente que esta "Gran Reforma" no sea solo una inversión económica y una manera de darle el gusto a la juventud que han marchado por las calles  pidiendo "educación de calidad" sin saber que la educación pasa por el hogar y si en el hogar no les entregan educación de calidad, no es culpa del Estado.